miércoles, 29 de febrero de 2012

Elecciones en México (desde el D.F. 27.02.2012)

Al caminar por las calles del Distrito Federal de México uno se percata de la gran distancia que existe entre el discurso político y la vida cotidiana de miles y miles de personas que se superponen unas a otras en su afán por vender algo a quien pase al lado suyo. Algo, aunque sea algo para sobrevivir. Los puestos de comida de dudosa salubridad conviven con la venta de ropa, artesanías, baratijas chinas y toda clase de productos que se venden por centavos. Las condiciones de insalubridad se pueden percibir a vuelo de pájaro y no son veleidades de un extranjero horrorizado porque la comida se sirve en platos que se limpian con un trapo sucio entre comensal y comensal. A pesar de que México forma parte de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) el “club” de los países más desarrollados, la pobreza en México alcanza niveles descomunales. Según datos oficiales 52 millones de personas (poco menos de la mitad de la población) son pobres, casi 12 millones viven en la pobreza extrema y en la región que le dio el maíz al mundo 28 millones carecen de acceso a la alimentación. Hay poblaciones enteras que ni siquiera tienen agua, el virus AH1N1 sigue provocando la muerpe en algunas regiones y en la propia capital del país se lanzó “La primera Semana Nacional de Salud” para erradicar la poliomielitis, disminuir la mortalidad por enfermedades diarreicas y prevenir el tétanos neonatal. Esto, en medio de denuncias que en 2010 miles de niños en condiciones de pobreza extrema no recibieron vacunas básicas, lo que refleja la gravedad de la situación.
Sin embargo, la pelea política pública pasa por saber quién lidera las encuestas o si el presidente Felipe Calderón violó la ley al difundir una donde Josefina Vázquez Mota, la precandidata de su partido -el PAN (Partido Acción Nacional), está tan sólo cuatro puntos detrás de Enrique Peña Nieto del PRI (Partido Revolucionario Institucionah). Peña Nieto, gobernador del Estado de México entre 2005 y 2011 (que no incluye al Distrito Federal), es el gran favorito para las elecciones del 1 de julio y aventaja a Vázquez Mota en casi todas las encuestas por una diferencia de 15 puntos. Paradójicamente, según una investigación académica difundida por el diario El Economista, el PAN tuvo el doble del tiempo que el PRI en noticieros de radio y televisión en los últimos dos meses. Más lejos en los sondeos figura Manuel López Obrador del Partido de la Revolución Democrática (PRD) quien todavía denuncia que le robaron las elecciones en 2006 y sostiene que ahora existe una campaña en su contra para evitar que triunfe.
El 29 de febrero termina la veda electoral conocida como el “período intercampaña”, que impide organizar marchas, mítines, participar de debates públicos, aparecer en “spots” publicitarios o difundir encuestas.
El jueves 1 de marzo comienza la batalla y todos se lanzarán a las calles para conquistar el voto popular, aunque la indiferencia de los más pobres por lo general no se vea reflejada en las encuestas.

Curiosidades iraníes (desde Teheran, 09.02.2012)

Hace unos años Adrián Paenza escribió una nota en el diario Pagina/ 12 titulada “Imágenes del Japón”. Después de una visita a ese país quiso compartir con los lectores algunas de sus impresiones. No se puso a juzgar la sociedad japonesa ni trató de sacar ninguna conclusión, simplemente describió hechos que le habían llamado la atención. En este artículo la idea es similar, contar experiencias, hechos y curiosidades sobre la sociedad iraní después de una visita a la República Islámica de Irán.

Si uno se guiara por la retórica anti norteamericana de los líderes iraníes se podría creer que en Irán no hay muchos objetos o símbolos estadounidenses. Es más, el Imam Jumeini solía referirse a Estados Unidos como el “Gran Satán”. Sin embargo está repleto de productos y símbolos estadounidenses. La Coca y la Pepsi se venden por doquier y son las gaseosas más consumidas; hay jardines de infantes cuyos pórticos imitan los típicos castillos de Disneylandia; en los libros infantiles está el Pato Donald o Mickey y la mayoría de los jóvenes (hombres y mujeres)) visten los típicos jeans como en Nueva York o Buenos Aires.

El Islam prohíbe el consumo de alcohol y en Irán está prohibida su venta. Sin embargo muchas botellas y latas de gaseosas imitan atractivos diseños de cerveza e incluso se venden como “cerveza”. Pero llevan una etiqueta que dice “bebida sin alcohol”. ¿Qué necesidad hay de poner “sin alcohol” cuando ninguna bebida lleva alcohol y su venta está prohibida?

La ciudad más emblemática de la historia persa es “Pars”, pero se la conoce más por su nombre griego “Persépolis”, que significa literalmente “la ciudad persa”.

El velo que portan las mujeres según la tradición islámica difiere de país en país y su uso es muy anterior a la aparición del Islam. En Irán la ley indica que toda mujer debe cubrirse la cabeza en la calle para que no se le vea el cabello. Por lo general portan un pañuelo que denominan rusari. Muchísimas mujeres, especialmente las más jóvenes, rechazan esta imposición y la burlan dejando que el cabello largo les caiga sobre la frente y sus espaldas. En las vitrinas de los negocios de ropa femenina para eludir el velo exhiben maniquíes pelados que portan atractivos sombreros. Por lo general llevan puestos sugestivos vestidos que ninguna mujer podrá exhibir en las calles.

El pan que se consume con todas las comidas suele ser finito como una hoja de papel o una cartulina y tiene múltiples tamaños. Lo hay rectangular como una hoja A4 o redondo como un pequeño mantel. En algunas panaderías sacan el pan muy caliente y lo ponen sobre fierros
en la calle para que se airee. Los compradores lo agarran y sacuden para enfriarlo porque sino se pega todo y será imposible comerlo. Después lo doblan en dos y se van con muchas de esas “cartulinas” bajo el brazo.

Múltiples páginas de Internet están bloqueadas y no sólo las pornográficas. No hay acceso a Facebook, Twitter o You Tube, ni a Fibertel o al diario Clarín. Cuando uno trata de entrar en ellas aparece un cartel en persa que ofrece un menú alternativo de numerosas páginas iraníes de noticias culturales, políticas o religiosas para que uno pueda seguir informándose de la realidad.

El azafrán se consume de múltiples formas y no sólo con pescado, carne o arroz, también dulce. Hay un yogur dulce muy popular en la región de Isfahán que se llama “Khoresht-e-mast” en base a pollo y azafrán licuado, palitos de azúcar con hebras de azafrán para endulzar el té y unos deliciosos helados de azafrán conocidos como el “helado tradicional”.

La tradición islámica indica que para entrar a una mezquita hay que descalzarse y luego uno camina sobre gigantescas alfombras. En la costumbre religiosa judía no es una práctica habitual. Sin embargo en la sinagoga de la ciudad de Shiraz todos los hombres dejan los zapatos en la entrada y caminan descalzos sobre las alfombras, como en una mezquita.

La religión musulmana prohíbe el consumo de carne de cerdo. Pero se venden “Ham burgers” (hamburguesas) y pizza con ham siendo que la palabra “ham” remite al jamón, que comúnmente es de cerdo.

Cuando uno va a un país árabe el llamado al rezo por los altavoces de las mezquitas se escucha con nitidez por todos lados incluso en la madrugada. Los viernes las mezquitas están atiborradas de gente y por eso muchas manifestaciones son convocadas ese día al mediodía para congregar multitudes como sucedió en Egipto en 2011. Además, se puede ver gente desplegando una pequeña alfombra para rezar en cualquier lugar, sea en las escaleras de un estadio de futbol o al lado de un taxi porque el taxista decidió parar el auto y rezar. En Irán, un
país que transmite la imagen de extrema religiosidad, el llamado al rezo prácticamente no se escucha, las mezquitas están vacías, nadie reza en las calles y la inmensa mayoría de los hombres ni siquiera usan barba.

La moneda legal que circula es el “rial”. Sin embargo todos usan el “tuman”, una antigua moneda que no existe más y que no tiene billete ni moneda. Esto confunde a cualquier visitante porque no tiene el mismo valor que el rial. Un millón de rials son cien mil tuman y diez mil rials son mil tuman. Es decir, para convertir el rial al tuman se saca un cero. En las vitrinas los precios pueden estar en rial o tuman y uno nunca sabe cuánto debe pagar. Encima, si algo cuesta diez mil rials le piden ?un Jumeini? -que así es conocido ese billete- aunque muchos otros también llevan la cara del difunto líder de la revolución.

Las tensiones sociales en Irán (desde Teheran, 08.02.2012)

A treinta y tres años de la revolución de 1979 la sociedad iraní está atravesada por un complejo entramado social y generacional que va más allá de las amenazas externas. Está claro que un punto de inflexión en la historia contemporánea del país es la revolución que derrocó a la dinastía Pahlavi después de más de cincuenta años de gobierno autoritario. Las características represivas de la monarquía no dejaban margen para medias tintas, o se la apoyaba o se la combatía.
Si pensamos en términos generacionales, todavía subsiste una generación de iraníes ?mayores de sesenta años- marcada por la lucha entre los que querían derrocar al Sha Reza Pahlavi y los que sostenían su régimen. El triunfo de la revolución permitió que una nueva generación de dirigentes políticos (no todos jóvenes) asumiera el control del país imprimiéndole el signo de la revolución islámica después de fuertes luchas intestinas. La invasión iraquí de 1980 implicó un complejo proceso para esta segunda generación que tuvo que consolidar su poder derivado de la legitimidad revolucionaria en medio de una guerra. La tercera generación es la que surgió como consecuencia de la guerra con Irak que duró ocho años. Miles de iraníes murieron (principalmente jóvenes) y todos aquellos que combatieron han quedado en la memoria colectiva como los “mártires” que ofrendaron sus vidas por la supervivencia de la revolución y la nación. Sus fotos son parte de la iconografía de las grandes ciudades y adornan incluso los lugares más recónditos del país como pequeños pueblos de apenas cientos de habitantes en las montañas. Y los supervivientes son considerados los núcleos “más duro” e incondicional
de los líderes islámicos.
Se puede hablar de una cuarta generación representada por los nacidos después de la revolución de 1979. Estos, que no conocieron la época del Sha, ni los enfrentamientos entre hermanos a favor o en contra de la República Islámica y tampoco tomaron parte de la guerra contra Irak, son hoy la mayoría de la población. Las muertes producidas por la guerra con Irak alimentaron un discurso reproductivo sin precedentes que genera innumerables problemas hoy en día. En 1979 había unos treinta y cinco millones de iraníes y en 2012 hay más de setenta millones, un panorama complicado para las familias numerosas en un país donde la estructura familiar continúa siendo un pilar de la sociedad y la inflación una preocupación diaria. De todas maneras, hay que destacar que en Irán no existen villas miserias ni pobreza extrema, a diferencia de casi todos los países que lo rodean. Los intereses de los jóvenes, especialmente en las ciudades, tienen muchos puntos en común con aquellos de sus pares en los países capitalistas desarrollados. No es la ideología lo que los mueve –algo fundamental para las tres primeras generaciones- sino el pragmatismo por tener un lugar en un mundo globalizado. Esto quiere decir que la utilización de las herramientas que brindan las nuevas tecnologías (internet, facebook, youtube, twitter) es ahora fundamental para cualquier proceso personal y colectivo, y choca de plano con la actitud de un gobierno que censura y bloquea el acceso a las mismas. La torpeza es aún mayor si se piensa que los jóvenes conocen todos los mecanismos para burlar cualquier cerco que implemente el gobierno. En apariencia el bloqueo es exitoso, en realidad es torpe y sin sentido porque muchos de los que manejan los resortes del poder ni siquiera comprenden cómo funcionan estas nuevas redes sociales, que no sólo interpretan intereses políticos sino también proyectos de crecimiento personal y económico.
Hay un tema en Irán que atraviesa a todas las generaciones, y es el lugar de la mujer en el espacio público. Paradójicamente, la imposición de las normas de vestimenta -y en particular el pañuelo que cubre la cabeza- contrasta con la libertad que tiene la mujer iraní en el espacio público. En muchos países árabes las mujeres no votan, no están representadas en el parlamento, no conducen autos ni salen solas a tomar un café en un bar, y mucho menos toman de la mano a un hombre en la calle. Todo esto sí sucede en Irán. Pero la imposición rígida del “velo islámico” empaña cualquier comparación con otros países y provoca rechazo en muchísimas mujeres aunque la” protesta” hasta ahora siempre reprimida- tiene más visos personales que colectivos. El año que viene habrá lecciones presidenciales en Irán. Majmud Ajmadineyad no podrá optar por la reelección y seguramente aflorarán con mayor intensidad las tensiones existentes. Sin embargo, nunca hay que descartar que los cuestionamientos a las políticas del gobierno islámico aparezcan donde menos se lo espera.

Un nuevo aniversario de la revolución iraní (desde Teheran, 07.01.2012)

Los aniversarios son momentos en los cuales todo gobierno pone en movimiento un conjunto de recursos y elementos simbólicos que sirven para unir al pueblo detrás de una gestión. Más aún si se trata de conmemorar revoluciones que sucedieron hace poco, como la iraní, apenas treinta y tres años atrás. Las dos fechas claves de esta revolución de 1979 son el 1 y el 11 de febrero de dicho año. El primero de febrero el Imam (guía espiritual) Ruhollah Jumeiní regresó del exilio. El 11 de febrero cayó definitivamente el régimen monárquico del Sha Mujamad Reza Pahlavi y comenzó el proceso que llevaría a la proclamación de la “República Islámica de Irán” en abril del mismo año. Las calles en las principales ciudades iraníes están ahora adornadas con la bandera verde-rojiblanca y muchísimas fotos del líder de la revolución Jumeiní y Alí Jamenei -su sucesor como líder supremo y ex presidente entre 1981 y 1989- sin que se aprecien fotos del presidente Majmud Ajmadineyad.
En la televisión se emiten numerosos cortos alusivos a la revolución que mezclan imágenes de la lucha popular contra el Sha con la resistencia a la invasión iraquí de 1980 y la posterior guerra de ocho años que provocó casi un millón de muertos entre los dos pueblos. Una de las imágenes recurrentes en las calles y la televisión es la de Jumeiní bajando del avión de Air France ayudado por el piloto que lo trajo el 1 de febrero.
Son días en que numerosos programas de la televisión iraní recuerdan el régimen del Sha, la represión que provocó miles de muertos, sus fabulosos palacios (hoy reconvertidos en museos y parques públicos) y la ostentación y despilfarro de dinero sin límites de quien se pretendía heredero de Darío el Grande y la antigua civilización persa. Todavía hoy cuando ahora uno llega a las ruinas de Persépolis, la antigua capital del imperio persa, se pueden observar los restos de las estructuras de metal de las lujosas carpas que el Sha levantó para la fastuosa fiesta de 1971 cuando intentó trazar una continuidad de 2500 años entre la antigua civilización y su reinado.
La riqueza del Sha siempre contrastó con la modestia de Jumeiní que, a su regreso, se alojó en una sencilla casa del norte de Teherán. En este 1 de febrero la casa estaba repleta de escolares que venían a conocer la pequeña habitación que usaba el líder religioso para recibir a sus visitantes. Nada más alejado de los inmensos palacios del Sha, donde todavía se exhiben los carísimos autos europeos que usaban él y su familia.
En este aniversario el mensaje que el gobierno le transmite a la población es que los avances tecnológicos le permiten sobrellevar cualquier bloqueo porque tiene la capacidad para producir desde lo más sencillo y trivial hasta lo más sofisticado. Prueba de ello son los misiles iraníes surcando los cielos que se muestran una y otra vez por televisión.

En Teherán no hay clima de guerra (desde Teheran, 02.02.2012)

Los debates internacionales sobre la capacidad nuclear de la República Islámica de Irán no parecen tener efecto directo sobre la población de Teherán. En esta ciudad de más de catorce millones de habitantes la vida transcurre con absoluta normalidad y no hay señales de que la población se esté preparando para el peor escenario.
Para uno que ha tenido la oportunidad de haber estado en un país bloqueado como Irak poco tiempo antes de la invasión norteamericana de 2003 la comparación es inevitable, pero las diferencias enormes. En Bagdad el bloqueo impuesto por Estados Unidos desde 1991 se sentía en todos los ámbitos de la vida cotidiana. En los mercados prácticamente no había comida, gran parte de la población dependía de los pocos alimentos que distribuía Naciones Unidas, pocas cosas funcionaban, y los continuos cortes de luz y agua afectaban la vida de todos.
Teherán, por el contrario, es una ciudad vibrante. Durante el día cientos de miles de autos surcan las extensas, amplias y modernas
autopistas que atraviesan esta ciudad gigantesca -que de norte a sur tiene más de treinta kilómetros- y los embotellamientos son peores que cualquier hora pico de Buenos Aires o el Distrito Federal de México. El “ boom” de la construcción no cesa y por doquier hay edificios de departamentos a estrenar y barrios cerrados que se ofrecen como si el futuro fuera esplendoroso y no hubieran nubarrones de guerra. En Bagdad los negocios a duras penas abrían sus puertas porque no había lo que vender y es imposible olvidar la imagen de las oficinas de la línea aérea Iraqi Airways reconvertidas en locutorios porque el aeropuerto estaba bloqueado y la única manera de llegar a Bagdad era atravesando el desierto desde Jordania. En Teherán nadie se recluye en su casa a esperar lo peor. Los negocios con artículos de conocidas marcas europeas, japonesas o norteamericanas están repletos de compradores, y los restaurantes desbordan de gente a toda hora. Ni siquiera la inflación – que es el tema que aparece en cualquier conversación- parece amortiguar la fiebre de consumo. Gran contraste con Bagdad donde había mucha pobreza, salarios mensuales de tres dólares y adultos o niños desesperados pidiendo limosna en cualquier esquina.
En las calles de Teherán tampoco hay presencia militar ni áreas restringidas como sucedía en Bagdad que era una ciudad militarizada y
los pocos extranjeros que llegaban tenían múltiples restricciones para moverse, fueran solos o acompañados. En Bagdad todo presentían lo peor. Algunos iraníes piensan que las recientes medidas de la Unión Europea no son diferentes del cerco que ya impuso Estados Unidos hace varios años y no parecen tan preocupados. ¿Pensarán que es imposible una guerra?

Irán se lanza a la conquista mediática de América Latina (desde Teheran, 31.01.2012)

La revolución que derrocó al Sha de Irán el 11 de febrero de 1979 intentó exportar su modelo al mundo árabe e islámico y durante algunos años lo logró, a pesar de ser los iraníes shiítas, una rama minoritaria dentro del islam con características muy particulares. A fines de los ochenta su radio de influencia quedó reducido más que nada a poblaciones shiítas en Irak y el sur del Líbano. Seguramente para esa época en Teherán pocos imaginaban que América Latina sería un campo fértil para la batalla de ideas, algo que la revolución islámica hoy considera de fundamental importancia.
La aparición de un conjunto de gobiernos progresistas en América Latina a comienzos del nuevo siglo cambió el panorama político de la región. Los líderes iraníes descubrieron que en el viejo “patio trasero” de Estados Unidos existe una animosidad hacia la primera potencia mundial que hoy se expresa -entre otros aspectos- en una batalla mediática similar a la que enfrentan ellos. Los editoriales de los diarios más influyentes de los Estados Unidos, como el New York Times o el Washington Post, parecen competir entre sí para ver quien tiene un lenguaje más duro respecto de la República Islámica de Irán. La demonización de los gobiernos de Venezuela, Nicaragua, Ecuador y Bolivia no le va a la zaga. El gobierno iraní ya hace unos años decidió dar la batalla mediática en el terreno de la información internacional creando señales satelitales de noticias en vivo las veinticuatro horas en inglés y árabe. La novedad es el lanzamiento de ”Hispantv”(www.hispantv.com) como la primera cadena de noticias en castellano en el Medio Oriente dirigida hacia América Latina y España. Su presentación formal se realizó en Teherán el 31 de enero de 2012. La importancia que le atribuye el gobierno de Irán quedó de manifiesto con la presencia del canciller Ali Akbar Salehi y un mensaje en vivo por video conferencia del presidente Majmud Ajmadineyad, además de emitir imágenes de Hugo Chávez y Rafael Correa hablando sobre la nueva señal.
La Argentina fue el único país nombrado en varias oportunidades. El jefe de servicio internacional de la radio televisión iraní, Mohammad Sarafraz se refirió a la historia de la colonización de América Latina y al importante apoyo regional que tiene la Argentina en el tema Malvinas. El canciller, por su parte, le agregó un toque personal a su intervención. Primero recordó con nostalgia su paso por la Argentina en la década del ochenta, cuando estudió y vivió allí durante un año, y luego se animó a leer un discurso en castellano sobre los problemas de los medios de comunicación.
El intento de entrar en América Latina será todo un desafío para ”Hispantv” tomando en cuenta las diferencias culturales y políticas que existen. Si consigue reflejar las luchas sociales que se desarrollan en el mundo y que muchas veces son ignoradas por las cadenas mas poderosas tal vez lo logre.

Obama y el sueño americano (30.01.2012)

En el reciente discurso sobre el “Estado de la Unión” Barack Obama habló de sus abuelos porque ambos tuvieron “la oportunidad de compartir la promesa básica de Estados Unidos que si uno trabaja duro, puede ganar lo suficiente para criar a su familia, ser dueño de su casa, enviar a sus hijos a la universidad, y ahorrar un poquito para su jubilación”. El presidente de los Estados Unidos se refirió indirectamente al “American Dream”, el famoso sueño americano. Si bien hay muchas interpretaciones sobre el significado de dicho “sueño” se lo podría resumir diciendo que es la búsqueda de la prosperidad material en base al esfuerzo individual accesible a todos por igual y donde el auto más grande y más lujoso es un símbolo palpable del mismo. Se considera que la idea surgió en los años del treinta del siglo pasado aunque algunos sostienen que comenzó a tomar forma con los inmigrantes puritanos que escapaban de las persecuciones en Inglaterra en el siglo XVII buscando libertad y felicidad para ellos y sus hijos. El aspecto económico es muy importante pero no es el único; cuando Obama ganó la presidencia se decía que había concretado el sueño.
En el imaginario norteamericano todos pueden sobreponerse a un origen humilde porque la noción de movilidad social es casi como una religión de Estado; aunque para las mujeres, los indios y los negros este “sueño” siempre fue una quimera. Es interesante notar que la mayoría de los hombres blancos -en teoría con posibilidades de acceso ilimitado al éxito y la fortuna- tampoco lo alcanzan. Por definición la movilidad social está ligada a un punto de partida y a uno de llegada, y justamente lo que dificulta cada vez más la concreción del “sueño americano” es la cantidad de pobres que hay en Estados Unidos. Su punto de partida para concretarlo está tan alejado de la meta que no pueden competir en igualdad de condiciones para llegar a ella. Uno de los factores negativos radica en que las redes de contención de los más pobres en Estados Unidos son menores a la de otros países capitalistas desarrollados. También que muchos de ellos se crían en hogares unifamiliares (sólo con la madre), acceden a los peores colegios, tienen serios problemas médicos como la obesidad y la diabetes, y altos niveles de encarcelamiento ya que es el país con la mayor población carcelaria del mundo. Numerosas investigaciones académicas y periodísticas han demostrado que aquello que se repite hasta el infinito no es tal cual se lo presenta. Un estudio del economista Markus Jantti encontró que el 42 por ciento de los hombres que crecieron en el quintil más bajo de la sociedad permanecen en el mismo siendo adultos, y tan sólo el ocho por ciento accedió al quintil más alto, mientras que en Canadá y varios países de Europa occidental existe mayor movilidad social que en el país donde esta idea se repite como una verdad absoluta. “Incluso muchos republicanos como el precandidato republicano Rick Santorun- lo están reconociendo en público. Obama está en campaña y deberá demostrar que el sueño americano” -o lo que se cree que es el sueño- no es sólo un mito. Le quedan nueve meses para intentarlo y evitar que resuenen con fuerza las palabras de Malcom X: “Yo no veo ningún sueño americano, lo que veo es una pesadilla americana”.