jueves, 24 de septiembre de 2009

Brieger- Brasil se la jugó

Próximamente en Acción



Hace aproximadamente un mes un diplomático de la República Dominicana decía que América Latina había hecho muy poco para aislar a los golpistas en Honduras y restituir al presidente Manuel Zelaya. Sabido es que cada país tiene un peso específico diferente y a nadie escapa que algunos tienen más peso que otros. Una semana después del golpe de Estado tan sólo Cristina Fernández, Rafael Correa y Fernando Lugo acompañaron a Zelaya en su frustrado intento por retornar en avión a Tegucigalpa. En esos días llamó mucho la atención el “perfil bajo” del presidente de Brasil Inacio Lula Da Silva. Si bien es cierto que Hugo Chávez amenazaba con derrocar al presidente golpista Roberto Micheletti y costaba sumarse a sus declaraciones, no es menos cierto que Lula parecía jugar un rol secundario en la crisis. Hasta que Zelaya apareció en Honduras, y en la embajada de Brasil. Cuesta creer que Zelaya entró clandestinamente a su país sin haber acordado antes con los brasileños su ingreso a la embajada para evitar su captura por parte de los golpistas ya que cualquier embajada es territorio extranjero y soberano. Esto quiere decir que Brasil decidió jugar fuerte en Honduras descolocando a los golpistas que no se cansan de repetir que detrás de Zelaya está Chávez. Pero meterse con Brasil es otra cosa. A diferencia de Chávez, que tiene ambiciones de liderazgo regional y un estilo de confrontación muy particular, Lula aspira colocar a Brasil en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y es considerado por todo el mundo como un líder “serio y responsable”.

No cabe la menor duda de que Chávez y Lula tienen políticas y estilos muy diferentes. Sin embargo, parecen coincidir más de lo que aparece a simple vista. Basta con mirar la postura de los dos gobiernos frente a algunos hechos recientes en América Latina. Ambos rechazan el bloqueo de Cuba, las bases militares en Colombia, la reactivación de la Cuarta Flota de los Estados Unidos y el golpe en Honduras. Dos días después del retorno de Zelaya el presidente de Brasil advirtió en la Asamblea general de Naciones Unidas que pueden proliferar los golpes de Estado. Chávez y Lula entienden que el éxito de estos golpistas puede alentar a otros, y que ambos –por distintas razones- están en la mira.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Brieger-Bariloche y después

Próximamente en Acción



La reciente cumbre de Bariloche ha dejado varios interrogantes respecto del futuro de Unasur. Vale la pena recordar que este nuevo organismo regional nació como Comunidad Sudamericana de Naciones en 2004, estuvo unos años en algún rincón olvidado, y a raíz de la matanza de campesinos en Pando (Bolivia) el año pasado reapareció sorprendiendo a todos. Por lo bajo algunos dicen que responde a una necesidad de Brasil de reposicionarse liderando un bloque regional sin la participación de México que le podría hacer sombra. Y, por supuesto, sin Estados Unidos, la primera potencia mundial, que siempre está presente aún cuando esté ausente. No fue casual la insistencia del presidente Alvaro Uribe de debatir todos los temas en el marco de la Organización de Estados Americanos (OEA) cuya sede central está en Washington.

Unasur representa los cambios que se viven en América Latina y una continuidad política de la reunión del Grupo Río -el año pasado- para discutir la intervención militar colombiana en Ecuador, también un organismo sin representantes de la Casa Blanca.

No cabe la menor duda de que Estados Unidos no está interesado en el desarrollo de instituciones latinoamericanas que puedan tomar decisiones que choquen con sus propios intereses geopolíticos. Y tampoco está acostumbrado a que rechacen sus iniciativas, le pidan explicaciones sobre ellas o le cambien las agendas como sucedió en la última reunión de la OEA donde no claramente no querían discutir el tema Cuba. La cumbre de 2005 marca el punto de inflexión en este sentido porque el MERCOSUR (junto a Venezuela) obstaculizó el principal proyecto de Estados Unidos para todo el continente, el ALCA. Ahora la mayoría de los países se opone a la presencia de militares norteamericanos en las bases de Colombia y a la reactivación de la Cuarta Flota. Por otra parte tampoco cesa el cuestionamiento hacia el gobierno de los Estados Unidos por su blanda actitud hacia los golpistas en Honduras. Lula le pide una reunión a Obama para discutir sobre las bases y ahora Unasur le exige explicaciones sobre los documentos estratégicos elaborados en Washington para la región. It´s too much! (es demasiado!) dicen en el norte. Cuidado. Alguien se puede enojar.

martes, 8 de septiembre de 2009

III Encuentro Internacional
Economía política y Derechos Humanos
Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo
sábado 12 de septiembre
16.30 a 18.30
Auditorio
Crisis capitalista: la respuesta de los pueblos.
Plinio de Arruda Sampaio Jr. (Brasil) - Arturo Huerta González
(México) - Julio Gambina - Pedro Brieger - Felisa Miceli

lunes, 31 de agosto de 2009

La cumbre de UNASUR

Diario La República
EDITORIAL


La reunión de la Unasur en Bariloche, Argentina, mostró todas las complejidades de un continente en cambio y también las distintas visiones que los países, las fuerzas políticas y los presidentes tienen.

Sin duda es una muestra de los cambios en nuestro continente la realización de esta reunión en la cual América del Sur toda, sin la presencia de EEUU, analiza sus problemas e incluso discute con franqueza y sin ocultar nada la acción del propio EEUU en la región.

Hay varias maneras de pararse ante la cumbre de Unasur. Una de ellas es concentrarse en los matices, sin duda existentes, entre las distintas posiciones expresadas. Otra, hacer el centro en las dificultades para adoptar una resolución, en un mecanismo de consenso que es, claramente, altamente complejo.

Pero también hay otra manera de analizar y de percibir la cumbre y es desde una perspectiva de largo plazo, tanto hacia atrás, como hacia el futuro.

Lo nuevo no es que EEUU, que tiene bases en América Latina desde siempre y una estrategia de influencia permanente, siga, más allá del cambio de discurso de la administración Obama, buscando mantener su presencia militar.

Lo nuevo es que a EEUU cada vez se le hace más difícil imponer sus estrategias en el plano político, económico y ahora también militar.

Es la primera vez en la historia que EEUU debe dar explicaciones por un acuerdo militar que antes hubiera sido rutinario y sin discusión. Por supuesto que sería preferible que no las instalara y que no hubiera gobiernos como los de Alvaro Uribe y Alan García que se sigan prestando como plataforma de la presencia de EEUU. Pero la realidad es como es, no como nos gustaría que fuera.

Lo nuevo es que los presidentes de América del Sur en su mayoría le exigieron al presidente Barack Obama que explique qué quiere hacer con esa presencia en Colombia.

Lo nuevo son los puntos 3, 4 , 5 y 6 de la declaración de la cumbre de Bariloche. En el 3 se dice sin ambages que "la presencia de fuerzas militares extranjeras no puede, con sus medios y recursos vinculados a objetivos propios, amenazar la soberanía e integridad de cualquier nación sudamericana y en consecuencia la paz y seguridad de la región". Es un señalamiento muy claro a Barack Obama y sobre todo al Pentágono y al Comando Sur.

En el 4 se instruye a los cancilleres y ministros de Defensa a reunirse en setiembre y acordar mecanismos de supervisión, "incluyendo mecanismos concretos de implementación y garantías para todos los países aplicables a los acuerdos existentes con países de la región y extrarregionales". Es un reaseguro nada menor para el futuro.

Pero en los puntos 5 y 6 es donde se encierran las novedades más importantes.

En el punto 5 se establece que el Consejo Sudamericano de Defensa analice el texto "Estrategia Sudamericana. Libro Blanco. Comando de Movilidad Aérea (AMC)". Se está diciendo nada más y nada menos, que todos los gobiernos de América del Sur y sus Fuerzas Armadas, van a analizar, a propuesta del gobierno de Hugo Chávez, bueno es reconocerlo, una pieza central de la estrategia militar de EEUU para la región y van a diseñar mecanismos de control sobre la misma y una respuesta común.

No es poca cosa, en una región cuyos militares se formaron en la obediencia a las órdenes de EEUU y como instrumentos de sus estrategias continentales y globales. Es también una señal política y soberana muy fuerte hacia el gobierno de Obama.

En el último punto, el 6, se instruye al "Consejo Sudamericano de Lucha contra el Narcotráfico que elabore en forma urgente su Estatuto y un Plan de Acción con el objeto de definir una estrategia sudamericana de lucha contra el tráfico ilícito de drogas y de fortalecimiento de la cooperación entre los organismos especializados de nuestros países".

Otro punto central de la estrategia de intervención de EEUU, la tan manida lucha contra el narcotráfico que consiste básicamente en campo libre para la nada eficiente DEA. Ahora la región se propone tener un Plan de Acción propio, con sus fuerzas.

Se puede mirar la cumbre de Unasur desde el perfil de si ganó Chávez o Uribe, si Lula estuvo de acuerdo o no con Correa y Evo, buscar los moderados y los radicales; es una opción.

La otra es mirarla desde la perspectiva histórica de la relación de la región con EEUU y en ese plano, la reafirmación de autonomía y soberanía es realmente trascendente.


http://www.larepublica.com.uy/editorial/378754-la-cumbre-de-unasur

miércoles, 26 de agosto de 2009

Problemas para Lula

Próximamente en Acción



El gobierno del presidente Lula da Silva suele ser elogiado por su fuerte presencia internacional y el manejo que hace de la economía de su país. Es indudable que Lula ha logrado situar al Brasil en un lugar central y que gran parte de sus políticas son elogiadas también por muchos que están en las antípodas del pensamiento del obrero devenido presidente. Sin embargo, Lula está haciendo grandes equilibrios para gobernar porque sus aliados en el Congreso están inmersos en numerosos escándalos. Esto ha afectado al Partido de los Trabajadores (PT), su propio partido, pensando en las elecciones presidenciales del año que viene, ya que su candidata, Dilma Roussef, está muy lejos de tener asegurado el triunfo.

El ex presidente José Sarney, hoy aliado indispensable de Lula en el Congreso, preside el Senado pero está envuelto en una cadena de casos de corrupción que ha provocado una profunda crisis institucional dividiendo incluso al PT. Unos piden la cabeza de Sarney mientras otros son conscientes de que lo necesitan para seguir gobernando. Sarney no es cualquier político en el Brasil, representa la vieja oligarquía de los partidos políticos que se acomodaron con la dictadura y con cada gobierno de turno. Pero Lula precisa de él para gobernar, lo que agudiza las contradicciones en un partido muy debilitado, a pesar de la imagen positiva de Lula, pero cada vez más despegada del PT. Por esta razón el lanzamiento de “Dilma” necesita de una fabulosa campaña de difusión para instalar a una mujer con poco carisma y a quien muchos ni siquiera conocen. Como si esto fuera poco la senadora Marina Silva, ex ministra de medio ambiente, abandonó el PT para sumarse al Partido Verde que la quiere lanzar como candidata a la presidencia el año que viene.

En caso de que esto se concrete y Heloísa Helena del Partido Socialismo y Libertad mantenga su candidatura, Brasil tendrá tres candidatas mujeres provenientes del mismo partido que se disputarán la primera magistratura. Toda una novedad, pero también un signo de debilidad del Partido de los Trabajadores.

jueves, 20 de agosto de 2009

Martín Fierro

¡Gracias a tod@s!

domingo, 9 de agosto de 2009

Brieger- Petróleo y pobreza

En Acción



En los pasillos de los bancos más importantes se suele decir que el petróleo es el negocio más rentable del mundo. Para que esto sea así tiene que haber una combinación de factores que incluyen la tecnología brindada por las empresas de los países más desarrolladas, mano de obra barata en un país pobre del Tercer Mundo y los grandes negociados con el poder de turno. Nigeria es un caso testigo de la combinación de estos elementos. Al haber sido una colonia británica durante décadas está asegurada la dependencia de la tecnología que puedan ofrecer las empresas de la antigua metrópoli como la angloholandesa Shell. Es el país más poblado del Africa y millones viven en condiciones de extrema pobreza aunque es el primer productor de petróleo del continente.

Nigeria es un paraíso para las petroleras. Los gobiernos militares y civiles que se sucedieron desde la independencia formal en 1960 garantizan que las empresas puedan hacer grandes negocios. Todos dependen de las empresas para enriquecerse y –a cambio- les garantizan que puedan funcionar con absoluta libertad y sin control del Estado sobre los efectos negativos que puedan causar al medio ambiente. La Shell explora en casi treinta países, sin embargo, se calcula que sólo en Nigeria se han producido un 40 por ciento de sus derrames contaminantes. Y si aparecen movimientos locales que intentan limitar la destrucción del medio ambiente, el poder militar de turno los reprime, tal cual sucedió en los noventa con un grupo liderado por el escritor Ken Saro-Wiwa que fue ejecutado en 1995 junto a ocho personas más.

Sus familiares comenzaron una demanda internacional contra la Shell en tribunales de Nueva York. Después de 14 años la empresa aceptó indemnizarlos con quince millones de dólares, reconociendo de hecho la relación entre ella y el gobierno militar de la época. Poca plata para una de las multinacionales más poderosas del planeta. A tono con la época en su página web de Nigeria la Shell parece más una ONG dedicada a proyectos educativos y ambientalistas que una petrolera. Los nigerianos seguramente se lo agradecen.