12 de octubre de 2011 (desde Nueva York)
Hasta hace pocos días el poder político y los grandes medios de la primera potencia
mundial intentaron ignorar este movimiento llamado “Occupy Wall Street” (Ocupemos Wall Street) porque carece de líderes o consignas claras. Desde el gobierno no pueden hacerlo más porque se está expandiendo por todo el país. Por eso, el presidente Barack Obama tuvo que reconocer que “refleja la frustración que siente el pueblo americano”, y el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, dejó de lado su tono agresivo. Días atrás se refería de manera despectiva hacia los manifestantes y decía que querían destruir las fuentes de trabajo de los que trabajan en el sector financiero, y que no habría dinero para pagarles a los empleados municipales. Ahora dice que los ocupantes del Zuccotti Park se pueden quedar el tiempo que lo deseen.
Los que encabezan la ofensiva política contra “Occupy Wall Street” son algunos de los medios de comunicación más conservadores o alineados abiertamente con la derecha republicana. El canal Fox insiste en que las condiciones de higiene en la plaza tomada hace casi cuatro semanas serían críticas, insinuando que habría que desalojarla. El diario New York Post los desprecia en sus crónicas y el gratuito Metro dos días seguidos les dedicó la tapa para mostrar todos los inconvenientes que estarían sufriendo los neoyorquinos por la ocupación de la plaza y el supuesto consumo de drogas y alcohol en el lugar. Si uno se guiara sólo por estos medios podría llegar a la conclusión que la mayoría rechaza y repudia la protesta. Pero al igual que en Santiago de Chile, Buenos Aires o Madrid algunos medios sufren el repudio abierto de los manifestantes. Fox lo siente en carne propia. “La cadena Fox miente” le gritan a un conocido reportero que llega a la plaza para realizar una crónica.
Están preocupados porque el movimiento crece. En decenas de ciudades de este extenso país se están organizando de múltiples formas y en algunas se repite el patrón de ocupar una plaza – como en la capital Washington- y desarrollar un sinnúmero de actividades de forma horizontal y asamblearia. Aunque es difícil de comprobar algunos aseguran que este movimiento está en más de mil doscientas ciudades y que la jornada global del 15 de octubre lo hará aún más abarcativo.
En Nueva York la plaza ya les queda pequeña y el domingo pasado organizaron una asamblea masiva en el Washington Square, un parque emblemático para la política de este país. En este mismo parque hace cuatro años el senador Barack Obama fue ovacionado por más de veinte mil personas que lo imaginaban el presidente del cambio. Hoy, muchos que lo votaron, le están diciendo que él ya no es el sujeto del cambio.