Elecciones en el horizonte
(desde Santiago)
En noviembre de 2009 habrá elecciones generales en Chile. Después de veinte años de gobierno de la “Concertación de Partidos por la Democracia ” (más conocida como “Concertación”) la derecha siente que ha llegado su turno para desbancar a la coalición liderada por la Democracia Cristiana y el Partido Socialista que gobierna desde 1990. Es verdad, en la capital Santiago el gran tema de debate es si la “Concertación” logrará impedir el triunfo de la derecha aglutinada en la “Alianza por Chile” o la “Alianza” a secas.
Por ahora están en la fase de presentar las candidaturas y la “Alianza” corre con una ventaja. Hace pocos días sus dos partidos - la Unión Democrática Independiente (UDI) y Renovación Nacional (RN) - impulsaron la candidatura única del empresario Sebastián Piñera, uno de los hombres más ricos del planeta. En 2005 la derecha estuvo enfrentada y dividida en la primera vuelta, y Michelle Bachelet pudo aprovechar esa situación para imponerse por medio millón de votos en la segunda vuelta.
Mientras la derecha, relajada y segura, anunció hace unos días la candidatura de Piñera, en la Concertación todavía estaban definiendo los nombres de los precandidatos que realizarán primarias en abril para ver quién es el aspirante a continuar las políticas de Bachelet. Este atraso en definir una candidatura se debe a que había varios aspirantes para el cargo, entre ellos, el ex presidente Ricardo Lagos, que hace unas semanas decidió dar un paso al costado.
Ahora quedan el ex canciller y actual secretario general de la OEA , José Miguel Insulza por el Partido Socialista, y el ex presidente Eduardo Frei por la Democracia Cristiana , tal vez el único capaz de derrotar a Piñera.
El actual gobierno deberá trabajar mucho para convencer a los chilenos que hay que ratificarles el voto cuando no han modificado estructuralmente las bases del modelo económico de Pinochet. Gran parte del “prestigio” de Chile proviene de las políticas liberales aplicadas por la dictadura aunque todavía hoy –y a pesar del gran marketing publicitario- Chile exporta más que nada cobre, frutas y salmón, todos productos primarios. Reconocer el “mito” creado implicaría reconocer un fracaso. Complicado dilema.
Falta menos de un año. Y la gran pregunta es saber si muchos terminarán adoptando el lema de tapa del último número de la revista satírica The Clinic. Con Insulza “peor es nada”, con Piñera “nada es peor”.
En noviembre de 2009 habrá elecciones generales en Chile. Después de veinte años de gobierno de la “Concertación de Partidos por la Democracia ” (más conocida como “Concertación”) la derecha siente que ha llegado su turno para desbancar a la coalición liderada por la Democracia Cristiana y el Partido Socialista que gobierna desde 1990. Es verdad, en la capital Santiago el gran tema de debate es si la “Concertación” logrará impedir el triunfo de la derecha aglutinada en la “Alianza por Chile” o la “Alianza” a secas.
Por ahora están en la fase de presentar las candidaturas y la “Alianza” corre con una ventaja. Hace pocos días sus dos partidos - la Unión Democrática Independiente (UDI) y Renovación Nacional (RN) - impulsaron la candidatura única del empresario Sebastián Piñera, uno de los hombres más ricos del planeta. En 2005 la derecha estuvo enfrentada y dividida en la primera vuelta, y Michelle Bachelet pudo aprovechar esa situación para imponerse por medio millón de votos en la segunda vuelta.
Mientras la derecha, relajada y segura, anunció hace unos días la candidatura de Piñera, en la Concertación todavía estaban definiendo los nombres de los precandidatos que realizarán primarias en abril para ver quién es el aspirante a continuar las políticas de Bachelet. Este atraso en definir una candidatura se debe a que había varios aspirantes para el cargo, entre ellos, el ex presidente Ricardo Lagos, que hace unas semanas decidió dar un paso al costado.
Ahora quedan el ex canciller y actual secretario general de la OEA , José Miguel Insulza por el Partido Socialista, y el ex presidente Eduardo Frei por la Democracia Cristiana , tal vez el único capaz de derrotar a Piñera.
El actual gobierno deberá trabajar mucho para convencer a los chilenos que hay que ratificarles el voto cuando no han modificado estructuralmente las bases del modelo económico de Pinochet. Gran parte del “prestigio” de Chile proviene de las políticas liberales aplicadas por la dictadura aunque todavía hoy –y a pesar del gran marketing publicitario- Chile exporta más que nada cobre, frutas y salmón, todos productos primarios. Reconocer el “mito” creado implicaría reconocer un fracaso. Complicado dilema.
Falta menos de un año. Y la gran pregunta es saber si muchos terminarán adoptando el lema de tapa del último número de la revista satírica The Clinic. Con Insulza “peor es nada”, con Piñera “nada es peor”.