viernes, 24 de diciembre de 2010

Wikileaks: cables y credibilidad

Los papeles del Departamento de Estado difundidos por wikileaks por medio del New York Times, The Guardian, Der Spiegel, Le Monde y El País de España han marcado nuevas agendas de debate político en cada uno de los países señalados por esos documentos. En América Latina tuvo especial repercusión lo publicado por el influyente El País que ya no es tan sólo un diario como otrora porque se ha convertido en un emporio económico-periodístico que defiende también sus propios intereses y –además- informa. Por eso no es casual que día tras día haya publicado noticias que involucraban a los gobiernos progresistas de la región, “casualmente” los que el diario madrileño suele criticar con mayor virulencia. Y es muy interesante ver el efecto que han tenido. Hay que recordar que los documentos filtrados son cables enviados a Washington por los embajadores y funcionarios de tercer o cuarto rango de las embajadas de los Estados Unidos que reflejan sus opiniones subjetivas. Pero esas opiniones, luego convertidos en título impersonal por El País, fueron reproducidas como si fueran verdades absolutas por muchos medios de comunicación en América Latina según el interés político de cada uno de ellos para atacar a los gobiernos. Así, cuando lo enviado por esos funcionarios en Managua dice “tenemos informes”, “creemos”, o “múltiples contactos nos han dicho” termina como título “EEUU: Chávez y el narcotráfico financian la Nicaragua de Ortega”, lo que luego fue reproducido por todos los diarios en Nicaragua como información verídica. Y esto sucedió también con cables sobre casi todos los países. Esto es, una opinión u análisis de funcionarios de la embajada termina dando la vuelta al mundo como si su lectura de la realidad fuera desprejuiciada, única y verdadera y -por sobre todas- confiable.
Amén de cualquier evaluación sobre Daniel Ortega, es sabido que el departamento de Estado desprecia a Ortega, organizó una guerra contra los sandinistas en los ochenta y trató de evitar su triunfo en las elecciones 2007 mediante una intervención pública del embajador Paul Trivelli. Pero de todo eso, claro está, en los cables y en El País, ni una sola palabra. Es realmente muy extraño. Menos mal que hay muchos que conocen la historia.

viernes, 10 de diciembre de 2010

Marruecos y el Sahara (desde Rabat)

Los enfrentamientos en la ciudad de Al Aiún el 8 de noviembre pasado pusieron otra vez sobre el tapete la cuestión del Sahara en Marruecos, un país que desde su independencia en 1956 está gobernado por una monarquía. La historia de este reinado es milenaria y uno lo puede sentir en la piel cuando recorre ciudades legendarias como Fes o Marrakesh y atraviesa imponentes murallas construidas hace siglos. Sus viejos mercados remontan a historias de dinastías islámicas, mezquitas y universidades de una belleza sin igual que perduran a pesar del paso del tiempo. Sin embargo, el Sahara parece eclipsarlo todo aunque parezca muy difícil encontrar la resolución a un conflicto heredado de cuando los españoles abandonaron esta región en 1975. Ese mismo año el rey Hassan II, padre del actual monarca Mohamed VI, se apoderó del Sahara aunque ya existía población local que se había organizado en el Frente Polisario para reclamar un Estado propio saharaui.
El gobierno de Marruecos sostiene que no existe un problema saharaui, que el territorio le pertenece por historia y que cualquier acontecimiento es fruto de la manipulación de su vecino Argelia, donde tiene su base el Frente Polisario y hay miles de saharauis que viven en campamentos de refugiados. Además –asegura- si el tema está en los medios europeos, principalmente los españoles, se deber a la animosidad del antiguo colonizador hacia los marroquíes y el islam, o el odio actual hacia los inmigrantes africanos que cruzan el estrecho de Gibraltar en búsqueda de mejores condiciones de vida y se instalan en España. Cuesta encontrar una opinión divergente en Marruecos entre los partidos políticos o la prensa, que incluso alienta los sentimientos nacionalistas. El domingo 28 de noviembre se realizó una manifestación en Casablanca en una convocatoria pocas veces vista por su temática: contra la prensa española y el parlamento europeo que criticó la represión en Al Aiún. El gobierno marroquí insiste en que no hubo represión contra la población local, que las víctimas fueron policías desarmados y que todas las denuncias son fruto de una campaña contra el país. Verdadero o falso está todavía por dilucidarse. Pero no es menos cierto que cientos de miles -algunos diarios aseguraban que casi tres millones- salieron a las calles a proclamar que el Sahara es parte integral de Marruecos. Y si casi nadie se atreve a cuestionar la institucionalidad de la monarquía, en voz alta tampoco cuestionan que el Sahara es y será marroquí.

lunes, 22 de noviembre de 2010

A río revuelto....

Hay un viejo refrán que dice “se sabe como comienza pero no como termina”. Se lo podría aplicar para el actual enfrentamiento entre Costa Rica y Nicaragua. Como tantas otras veces dos pequeños países se disputan un río que comparten como frontera natural y política. Después de largas disputas que comenzaron en el siglo XIX y se extendieron durante el siglo XX, ambos países acordaron que el río San Juan está en territorio nicaragüense, pero puede ser utilizado con fines comerciales por Costa Rica a lo largo de más de cien kilómetros. El reciente conflicto tuvo su origen en trabajos realizados por nicaragüenses en una parte pequeña del delta del río muy cerca de la costa atlántica. Mientras en Managua sostienen que están en su territorio, en la vecina San José dicen que fueron invadidos. Esto fue lo que planteó Costa Rica en una reunión de la Organización de Estados Americanos (OEA) adonde fueron a zanjar la disputa sin llegar a ningún tipo de acuerdo. Acusaciones cruzadas, marchas en las calles, demagogia y discursos nacionalistas en ambos lados no hacen más que envalentonar a los respectivos gobiernos para señalar que existe una campaña en su contra que proviene del otro lado de la frontera, o que el vecino es cómplice del narcotráfico que estaría usando el río.
El contexto latinoamericano tiene a Daniel Ortega y Laura Chinchilla en veredas opuestas. Si Ortega cuenta con el apoyo explícito de Venezuela y Cuba, Chinchilla prefiere tejer sus lazos con Panamá y Colombia, con quien Nicaragua también tiene viejos litigios territoriales por islas y cayos en el mar Caribe. Más allá de quien tenga la razón en la disputa por unos pocos kilómetros cuadrados, una vez que se lo plantea en foros como la OEA el conflicto se internacionaliza. Si hasta el diario israelí Haaretz aprovechó para sostener que todo forma parte de un proyecto chavista con financiamiento iraní para construir un canal interoceánico alternativo al de Panamá y oponerse a Estados Unidos, que hace poco meses firmó un acuerdo con Costa Rica para el envío de tropas cuyo objetivo sería luchar contra el narcotráfico.
Como dice el refrán, uno sabe como comienza, pero no como termina.

Los desafíos de Dilma

La elección de Dilma Roussef excede largamente el escenario político brasileño y tiene una proyección continental. Después del derrocamiento de Manuel Zelaya en Honduras y la elección de Sebastián Piñera muchas voces del establishment pronosticaron un cambio de época en América Latina y que las próximas fichas a caer serían las de Brasil y la Argentina. Si en el camino se iba Rafael Correa, mejor. Se equivocaron. La derecha aprendió con el caso de Honduras que se puede derrocar a un presidente progresista con maniobras de supuesta constitucionalidad. Pero los sectores progresistas también aprendieron; y tuvieron rápidos reflejos desde UNASUR para sostener a Correa e impedir que corriera suerte similar a Zelaya. Por esta razón el triunfo del Partido de los Trabajadores será sentido como una derrota por la derecha a nivel regional que no sabe muy bien cómo frenar la heterogénea y multiforme ola progresista.
Dilma tuvo en contra los grandes medios de comunicación –como el diario O Estado de Sao Paulo- que abiertamente llamaban a votar por Serra porque era el “mal a evitar”, como rezaba el título de un editorial de dicho diario el 25 de septiembre. Incluso tuvo que lidiar con una ofensiva final de la Iglesia y el mismismo Santo Padre desde Roma. Antes no se cansaban de hablar despectivamente sobre ella por su pasado “terrorista”, de que era un “poste”, que sin Lula no existiría o que “era incapaz de exponer una idea sin usar el power point” de su computadora. El lamento de la derecha el día después refleja lo importante de su victoria y de la continuidad del proyecto de Lula que -por poco revolucionario que sea hoy- no representa a los sectores tradicionales del poder en el Brasil que están alineados con la política de Estados Unidos.
Si bien es cierto que Dilma no es Lula con todo lo que eso significa, hay algunos elementos importantes que objetivamente la beneficiarán. En primer lugar, el PT viene de ocho años de gestión y experiencia acumulada, la que no tenía Lula en 2002 a pesar de haber sido diputado. La misma Dilma fue ministra y jefa de gabinete durante años, y conoce los entretelones del poder. A su vez, ahora el PT y sus aliados tendrán una amplia mayoría en el parlamento, la que no tuvo Lula al asumir; aunque estos “aliados” están muy lejos de compartir los ideales de izquierda que todavía tienen una fuerte raigambre en las filas del PT. Por otra parte, los partidos de la oposición -aunque gobernarán algunos estados claves, entre otros motivos por las malas gestiones y la corrupción que también existe dentro del PT- estarán doce años seguidos lejos del poder central. Y eso pesa.
Se va Lula pero llega Dilma. Hay motivos para que los sectores progresistas de América Latina puedan respirar aliviados, pero sin bajar la guardia.

jueves, 28 de octubre de 2010

Néstor y lo que se viene

Por Mempo Giardinelli (Página 12, 28.10.2010)

Escribo esto en caliente, en la misma mañana de la muerte anunciada de Néstor Kirchner, y ojalá me equivoque. Pero siento dolor y miedo y necesito expresarlo.
Pienso que estos días van a ser feísimos, con un carnaval de hipocresía en el Congreso, ya van a ver. Los muertos políticos van a estar ahí con sus jetas impertérritas. Los resucitados de gobiernos anteriores. Los lameculos profesionales que ahora se dicen “disidentes”. Los frívolos y los garcas que a diario dibujan Rudy y Dani. Todos ellos y ellas. Caras de plástico, de hierro fundido, de caca endurecida. Aplaudidos secretamente por los que ya están emitiendo mailes de alegría feroz.
Los veremos en la tele, los veo ya en este mediodía soleado que aquí en el Chaco, al menos, resplandece como para una mejor causa.
Nunca fui kirchnerista. Nunca vi a Néstor en persona, jamás estuve en un mismo lugar con él. Ni siquiera lo voté en 2003. Y se lo dije la única vez que me llamó por teléfono para pedirme que aceptara ser embajador argentino en Cuba.
Siempre dije y escribí que no me gustaba su estilo medio cachafaz, esa informalidad provocadora que lo caracterizaba. Su manera tan peronista de hacer política juntando agua clara y aceite usado y viscoso.
Pero lo fui respetando a medida que, con un poder que no tenía, tomaba velozmente medidas que la Argentina necesitaba y casi todos veníamos pidiendo a gritos. Y que enumero ahora, porque en el futuro inmediato me parece que tendremos que subrayar estos recuentos para marcar diferencias. Fue él, o su gobierno, y ahora el de Cristina:
- El que cambió la política pública de derechos humanos en la Argentina. Nada menos. Ahora algunos dicen estar “hartos” del asunto, como otros criticaron siempre que era una política más declarativa que otra cosa. Pero Néstor lo hizo: lo empezó y fue consecuente. Y así se ganó el respeto de millones.
- El que cambió la Corte Suprema de Justicia, y no importa si después la Corte no ha sabido cambiar a la Justicia argentina.
- El que abrió los archivos de los servicios secretos y con ello reorientó el juicio por los atentados sufridos por la comunidad judía en los ’90.
- El que recuperó el control público del Correo, de Aguas, de Aerolíneas.
- El que impulsó y logró la nulidad de las leyes que impedían conocer la verdad y castigar a los culpables del genocidio.
- El que cambió nuestra política exterior terminando con las claudicantes relaciones carnales y otras payasadas.
- El que dispuso una consecuente y progresista política educativa como no tuvimos por décadas, y el que cambió la infame Ley Federal de Educación menemista por la actual, que es democrática e inclusiva.
- El que empezó a cambiar la política hacia los maestros y los jubilados, que por muchos años fueron los dos sectores salarialmente más atrasados del país.
- El que cambió radicalmente la política de defensa, de manera que ahora este país empieza a tener unas Fuerzas Armadas diferentes, democráticas y sometidas al poder político por primera vez en su historia.
- El que inició una gestión plural en la cultura, que ahora abarca todo el país y no sólo la ciudad de Buenos Aires.
- El que comenzó la primera reforma fiscal en décadas, a la que todavía le falta mucho pero hoy permite recaudaciones record.
- El que renegoció la deuda externa y terminó con la estúpida dictadura del FMI. Y por primera vez maneja el Banco Central con una política nacional y con record de divisas.
- El que liquidó el infame negocio de las AFJP y recuperó para el Estado la previsión social.
- El que con la nueva ley de medios empezó a limitar el poder absoluto de la dictadura periodística privada que todavía distorsiona la cabeza de millones de compatriotas.
- El que impulsó la ley de matrimonio igualitario y mantiene una política antidiscriminatoria como jamás tuvimos.
- El que gestionó un crecimiento económico de los más altos del mundo, con recuperación industrial evidente, estabilidad de casi una década y disminución del desempleo. Y va por más, porque se acerca la nueva legislación de entidades bancarias, que terminará un día de éstos con las herencias de Martínez de Hoz y de Cavallo.
Néstor lo hizo. Junto a Cristina, que lo sigue haciendo. Con innumerables errores, desde ya. Con metidas de pata, corruptelas y turbiedades varias y algunas muy irritantes, funcionarios impresentables, cierta belicosidad inútil y lo que se quiera reprocharles, todo eso que a muchos como yo nos dificulta declararnos kirchneristas, o nos lo impide.
Pero sólo los miserables olvidan que la corrupción en la Argentina es connatural desde que la reinventaron los mil veces malditos dictadores y el riojano ídem.
De manera que sin justificarle ni un centavo mal habido a nadie, en esta hora hay que recordarle a la nación toda que nadie, pero nadie, y ningún presidente desde por lo menos Juan Perón entre el ’46 y el ’55, produjo tantos y tan profundos cambios positivos en y para la vida nacional.
A ver si alguien puede decir lo contrario.
De manera que menudos méritos los de este flaco bizco, desfachatado, contradictorio y de caminar ladeado, como el de los pingüinos.
Sí, escribo esto adolorido y con miedo, en esta jodida mañana de sol, y desolado también, como millones de argentinos, un poco por este hombre que Estela de Carlotto acaba de definir como “indispensable” y otro poco por nosotros, por nuestro amado y pobrecito país.
Y redoblo mi ruego de que Cristina se cuide, y la cuidemos. Se nos viene encima un año tremendo, con las jaurías sedientas y capaces de cualquier cosa por recuperar el miserable poder que tuvieron y perdieron gracias a quienes ellos llamaron despreciativamente “Los K” y nosotros, los argentinos de a pie, los ciudadanos y ciudadanas que no comemos masitas envenenadas por la prensa y la tele del sistema mediático privado, probablemente y en adelante los recordaremos como “Néstor y Cristina, los que cambiaron la Argentina”.
Descanse en paz, Néstor Kirchner, con todos sus errores, defectos y miserias si las tuvo, pero sobre todo con sus enormes aciertos. Y aguante Cristina. Que no está sola.
Y los demás, nosotros, a apechugar. ¿O acaso hemos hecho otra cosa en nuestras vidas y en este país?

Los golpes no han terminado

El intento de golpe de Estado en Ecuador a fines de septiembre dejó la sensación de que la era de los golpes no ha finalizado en América Latina. Tal vez no sea correcto utilizar la definición “golpe” en cada caso, pero no se puede negar que hay procesos de desestabilización en curso. En cada país las oposiciones buscan su manera de minar el poder de los gobiernos que transitan caminos alternativos a las políticas neoliberales. Después de Ecuador le llegó el turno a El Salvador. El presidente Mauricio Funes tuvo que salir a desmentir que las Fuerzas Armadas pudieran estar involucradas en un golpe de Estado aunque la prensa se hizo eco de las declaraciones de diversos funcionarios que afirmaron que “antiguos militares tocan puertas de sus camaradas” para crear “un escenario de desestabilización que pudiera volverse golpista”. El 10 de octubre, celebrando los treinta años de fundación del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) que llevó a Funes a la presidencia, el coordinador del Frente le preguntó a la multitud que lo acompañaba si juraban “defender este gobierno ante la mentalidad golpista”. Agregó que “no descansan los golpistas de la región de inventarse modalidades nuevas de golpes para desestabilizar” en alusión directa a una campaña de los grandes medios de comunicación para instalar la necesidad de que las Fuerzas Armadas intervengan en la lucha contra la delincuencia y el narcotráfico. Pocos días después el gobierno de Porfirio Lobo le pedía a Estados Unidos un “Plan Colombia” para Honduras.
Más al sur, en Uruguay, el intendente de Canelones acusó directamente al diario El País de desestabilización. Recordó que en 2009 en un editorial titulado “A José Mugica” escribieron sin tapujos: “Sí es cierto que El País está en una campaña para que Ud. no alcance la Presidencia de la República”. Quién puede imaginar que si estaban en campaña antes de que Mugica llegara al poder, una vez electo, el periódico más tradicional y representativo de las clases dominantes se dedicará sólo a las noticias sociales y mundanas. Es claro que tratará de socavar su presidencia.
¿Alguien puede pensar que no sucede lo mismo en el resto de América Latina?

sábado, 16 de octubre de 2010

Algunas reflexiones sobre el intento de golpe en Ecuador

El intento de golpe de Estado contra el presidente Rafael Correa el 30 de septiembre ratifica lo que venimos sosteniendo en esta columna ya hace unos años: la mayoría de los gobiernos que llevan adelante reformas estructurales y desafían el poder de algunos sectores de las clases dominantes están siendo desestabilizados para que caigan a corto o mediano plazo.
Más allá de las intenciones iniciales -u ocultas- del levantamiento de los policías y las ocupaciones de los aeropuertos de Quito y Guayaquil, el objetivo era deshacerse de Correa. En este contexto, se debe dejar en un segundo plano el debate teórico sobre las categorías a utilizar para definir un golpe de Estado o cuáles son las semejanzas y diferencias con otros recientes intentos golpistas y con los golpes cívico-militares de los años sesenta y setenta.
Más allá de las particularidades de este caso hay que observar el contexto global latinoamericano y no hay que perder de vista que en los últimos años han existido movimientos desestabilizadores en Venezuela, Bolivia, Argentina, Paraguay, Nicaragua, Honduras o Ecuador. En algunos casos se involucraron sectores de las Fuerzas Armadas. En otros, movimientos civiles de todo tipo que buscaban minar el poder de estos gobiernos, extenuarlos, debilitarlos, impedirles gobernar, forzar renuncias o directamente derrocarlos.
Tampoco es casual que los medios de comunicación opositores estén minimizando lo sucedido y negando que hubiera habido un intento de golpe de Estado. Es más, subrayan que la culpa de todo la tiene Correa, de la misma manera que Manuel Zelaya fue “culpable” de atreverse a convocar una Asamblea Constituyente para reformar la constitución.
Hay que destacar la rápida reacción de UNASUR. Mientras la OEA emitía un comunicado de condena a la ruptura institucional, y el Departamento de Estado desde Washington condenaba la violencia en general y de forma abstracta (casi como esperando a ver el desenlace), UNASUR convocó de urgencia a las presidentes para reunirse el mismo jueves 30, viajar a Quito, y manifestarle su apoyo a Correa. Los reflejos del bloque muestran el aprendizaje de lo sucedido en Honduras en junio de 2009.
Aunque muchos señalen que Rafael Correa sale fortalecido del intento de golpe de Estado su situación no es sencilla ya que enfrenta una profunda crisis política. Además, carece de un partido político organizado, está enfrentado a gran parte de los movimientos sociales -en particular a varios sectores indígenas- y en su gobierno hay pujas internas que lo debilitan. Por otra parte, una vez más ha quedado demostrado que no alcanza con poner dirigentes progresistas al frente de la policía y las Fuerzas Armadas para que éstas apoyen un proyecto inclusivo de las grandes mayorías. Cuesta creer que ahora se “disciplinen” o que las poderosas clases dominantes y los medios de comunicación se crucen de brazos mientras Correa intente reorganizarse para consolidar su poder.

viernes, 1 de octubre de 2010

BUEN RELATO DE LO SUCEDIDO EN ECUADOR

01/10/2010
Ganó el pueblo y la democracia en el Ecuador
Decio Machado desde Quito

El pasado 30 de septiembre, en varios puntos del país se amotinaron diversos
acuartelamientos de la Policía Nacional. El momento tuvo dos localidades
críticas, Quito y Guayaquil, las dos ciudades más importantes del país.

Notificado el Presidente Correa de la situación, se personó en el cuartel del
Regimiento Num. 1 de Quito con el fin de informar debidamente a los sublevados
de cuál es el contenido de la Ley y eliminar cualquier tipo de suspicacias
entorno a su articulado.

Tras ser fuertemente vapuleado dentro del acuartelamiento, el Presidente Correa
no pudo abandonar el recinto, y fue recluido en el Hospital Metropolitano,
situado en el edificio contiguo al cuartel sublevado.

No más de medio centenar de civiles se aproximaron en un primer momento, a las
puertas del acuartelamiento gritando consignas anti correístas y solicitando a
los policías sublevados que no dejaran salir al Presidente. Entre ellos aparecía
una cara conocida, el abogado Pablo Guerrero, vinculado al ex presidente Lucio
Gutiérrez, quien presidió el Ecuador entre primeros del 2003 y abril de 2005,
cuando se vio forzado a abandonar el Palacio de Carondelet –palacio
presidencial- ante las fuertes movilizaciones de la ciudadanía quiteña y
sectores indígenas provenientes de diferentes partes de la Sierra Central
andina. Lucio Gutiérrez encabeza hoy el Partido Sociedad Patriótica, principal
oposición conservadora al régimen de Rafael Correa.

En esos momentos, la Policía Nacional desalojaba a los asambleístas de Alianza
PAIS de la Asamblea Nacional (el poder legislativo ecuatoriano), tomando el
edificio y solo permitiendo la presencia de la oposición conservadora en su
interior.

De igual manera, la Policía Nacional tomaba los aeropuertos de Quito y
Guayaquil, los únicos en el país de donde parten y llegan vuelos desde el
exterior, impidiendo el tránsito de aviones hasta bien avanzada la tarde.

Automáticamente corrieron las convocatorias vía sms por todos los teléfonos
celulares del Ecuador, convocando una manifestación de apoyo al presidente
constitucionalmente elegido frente al Palacio de Carondelet.

Miles de personas, militante y no militantes de Alianza PAIS se congregaban
frente al palacio presidencial. En su terraza principal, múltiples ministros del
gobierno correístas arengaban a los manifestantes con consignas de apoyo al
régimen y en defensa de la democracia y el Estado de derecho. El canciller
Ricardo Patiño, máximo dirigente del partido de gobierno llamaba a rescatar al
Presidente en el Hospital Metropolitano. Por diversas calles de Quito los
manifestantes pro gubernamentales avanzaban hacia el acuartelamiento amotinado
coreando consignas a favor del Presidente Correa.

Desde que la noticia del secuestro del Presidente comenzó a expandirse por la
ciudad, cientos de personas ya se habían movilizado atrincherándose en la zona
del hospital y haciendo frente a las bombas de humo y gases lacrimógenos
lanzados por los policías amotinados con las pocas piedras que encontraban por
el camino.

En Guayaquil especialmente, pero también en algunas ciudades más, pequeños
grupos de manifestantes de la derecha celebraban en las calles a favor del golpe
de Estado. Jóvenes universitarios, muchos de ellos aleccionados por los
estudiantes antichavistas de Venezuela (han estado en Guayaquil en varias
ocasiones invitados a charlas y conferencias); y por otro lado, militantes de la
Federación de Estudiantes Universitarios del Ecuador (FEUE), de perfil maoísta,
intentaron tomas de edificios públicos (en Cuenca y Guayaquil), al igual que
levantaron algunas fogatas en calles cercanas a algunos centros universitarios.
Sorprendió ver como la izquierda maoísta apoyaba la intento golpista.

Quito se convertía en el bastión del levantamiento, y aunque sin apoyo popular,
los policías sublevados elevaban su nivel de represión sobre los ciudadanos, en
cada vez en mayor número se aproximaban al Hospital Metropolitano.

Con palos, piedras y gran coraje, los manifestantes hicieron frente durante todo
el día a las cargas y disparos de la Policía Nacional, que defendían su cerco al
hospital donde Correa se hallaba secuestrado.

Al grito de “Oh Ah Correa no se va”, “Quito no se ahueva” y “No nos vamos de
aquí sin nuestro Presidente”, jóvenes, mayores e incluso gentes en silla de
ruedas, cargados de una enorme valentía hacían frente a las embestidas
policiales de una brutalidad propia de los años 70 en la región.

Sin embargo poco a poco la multitud avanzaba, haciendo cada vez más corto el
espacio que les separaba de su presidente. Algunos fueron heridos y
principalmente gaseados, teniendo que ser atendidos por asfixia por los
sanitarios que llegaban a la zona.
Con anterioridad, el mismo Presidente Correa también había sido gaseado cuando
se encontraba dentro del cuartel, y su escolta personal sufrió las agresiones de
los policías amotinados.

La cúpula militar manifestaba su apoyo al régimen, lo cual significó el fin de
cualquier posibilidad de éxito de la sublevación policial, aun así, los policías
sublevados continuaban sus acciones de forma cada vez más violentamente, y el
ejército no aparecía.

Frente al palacio presidencial, donde todo estaba tranquilo, se aglutinaban
miles de personas para defender la casa de gobierno de una posible toma por
parte de las fuerzas de seguridad.

El canciller Patiño fue golpeado cuando se aproximó al hospital con el objetivo
de hablar con el Presidente de la República. También otros ministros se
personaron en el lugar, pero la línea de frente estaba conformada
fundamentalmente por jóvenes que ejercían la resistencia frente a la brutalidad
policial.

Mientras llegaban muy deficientemente las noticias de que en el resto del país
la situación se normalizaba, los aeropuertos de Quito y Guayaquil eran
recuperados y se ponían nuevamente en funcionamiento, un grupo de policías
vestidos de civil, junto con un grupo de civiles, cuyas dirigentes reconocidas,
tienen vinculación con el Opus Dei, ocupaban violentamente la televisión
pública, Ecuador TV. Una vez más, aparecía el rosto del abogado Pablo Guerrero
liderando a los sediciosos e intentando hablar por este medio.

Caída la noche, se articuló la operación militar para sacar al Presidente Correa
del hospital y trasladarlo al Palacio de Carondelet. Unidades militares llegaban
a los entornos del hospital en múltiples camiones y buses, siendo aplaudidos por
los manifestantes que muchos de ellos llevaban todo el día reclamando la
liberación de su presidente.

La respuesta policial fue sorprendente, disparando gases lacrimógenos y balas
reales los militares recién llegados. Entorno a 45 minutos duró el tiroteo hasta
que los Grupos de Operaciones Especiales (GOE) consiguieron acceder al hospital
y liberar al Presidente Correa.

Trasladado con urgencia a Carondelet, la balacera continuó durante al menos una
hora más, de la que sin estar los datos claros, parece ser que hay dos víctimas
de momento y cerca de una treintena de heridos. No se tienen datos de
detenciones, lo que presupone que los policías nacionales debieron escaparse del
acuartelamiento.

Era el fin definitivo del levantamiento. El Presidente prometió ante la multitud
concretada en Carondelet, que se hará justicia y que no habrá perdón,
responsabilizando a los hermanos Gutiérrez del Partido Sociedad Patriótica de la
intoxicación informativa que sufrieron los policías amotinados.

Sin embargo, y a pesar del buen desenlace de la crisis que duró hasta largas
horas de la noche, el régimen demostró tener una muy deficiente inteligencia en
materia de seguridad, pues nunca pensó en la posibilidad de un alzamiento y no
tenían reacción ante una situación de estas características.

Por otro lado, y a pesar de que el nivel de movilización era importante, se
constata la necesidad de una organización de base del proceso, lo cual hubiese
permitido: coordinación de las acciones y más gente en la calle resistiendo.

Por último, las diferencias que el régimen ha ido generando con los movimientos
sociales, hizo que tampoco fuese visible la presencia de organizaciones sociales
estructuradas en la resistencia, si no gentes que a título individual se
movilizaban en defensa de la democracia.

Triunfó la democracia, y sus artífices fueron los miles de ciudadanos que se
enfrentaron durante todo el día a los policías golpistas; dejándoles claro que
el pueblo estaba dispuesto a defender a su Presidente Constitucional hasta las
últimas consecuencias.

Si la intención de la derecha fue el derrocamiento régimen correísta, en este
momento todo parece indicar que el Presidente Correa disolverá la Asamblea
Nacional, convocando elecciones generales. Tras los sucesos del día de ayer, el
Presidente Correa y Alianza PAIS saldrán fuertemente reforzados en este
escrutinio popular, lo que significará el hundimiento el generalizado de todas
las demás opciones políticas en disputa, y en especial de las organizaciones de
la derecha ecuatoriana y dentro de esta la del ex coronel Lucio Gutiérrez. A la
derecha golpista le salió el “tiro por la culata”.

Atilio Boron, Ecuador: Nota sobre el frustrado golpe de estado

ALAI AMLATINA, 01/10/2010.-

1. ¿Qué pasó ayer en Ecuador?

Hubo una tentativa de golpe de estado. No fue, como dijeron varios
medios en América Latina, una "crisis institucional", como si lo
ocurrido hubiera sido un conflicto de jurisdicciones entre el Ejecutivo
y el Legislativo sino una abierta insurrección de una rama del primero,
la Policía Nacional, cuyos efectivos constituyen un pequeño ejército de
40.000 hombres, en contra del Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas
del Ecuador, que no es otro que su presidente legítimamente electo.
Tampoco fue lo que dijo Arturo Valenzuela, Subsecretario de Estado de
Asuntos Interamericanos, "un acto de indisciplina policial".
¿Caracterizaría de ese modo lo ocurrido si el equivalente de la Policía
Nacional del Ecuador en EEUU hubiera vapuleado y agredido físicamente a
Barack Obama, lesionándolo; lo hubiera secuestrado y mantenido en
reclusión durante 12 horas en un hospital policial hasta que un comando
especial del Ejército lo liberaba luego de un intenso tiroteo?
Seguramente que no, pero como se trata de un mandatario latinoamericano
lo que allá suena como intolerable aberración aquí aparece como una
travesura de escolares.

En general todos los oligopolios mediáticos ofrecieron una versión
distorsionada de lo ocurrido el día de ayer, evitando cuidadosamente
hablar de tentativa de golpe de estado. En lugar de eso se referían a
una "sublevación policial" lo cual, a todas luces, convierte los
acontecimientos del Jueves en una anécdota relativamente insignificante.
Es un viejo ardid de la derecha, siempre interesada en restar
importancia a las tropelías que cometen sus partidarios y a magnificar
los errores o problemas de sus adversarios. Por eso viene bien recordar
las palabras pronunciadas este Viernes, en horas de la mañana, por el
presidente Rafael Correa cuando caracterizó lo ocurrido como
"conspiración" para perpetrar un "golpe de estado". Conspiración porque,
como fue más que evidente en el día de ayer, hubo otros actores que
manifestaron su apoyo al golpe en gestación : ¿no fueron acaso efectivos
de la Fuerza Aérea Ecuatoriana –y no de la Policía Nacional- los que se
paralizaron al Aeropuerto Internacional de Quito y el pequeño aeródromo
utilizado para vuelos provinciales? ¿Y no hubo grupos políticos que
salieron a apoyar a los golpistas en calles y plazas? ¿No fue el propio
abogado del ex presidente Lucio Gutiérrez uno de los energúmenos que
trató de entrar por la fuerza a las instalaciones de la Televisión
Nacional del Ecuador? ¿No dijo acaso el Alcalde de Guayaquil, y gran
rival del presidente Correa, Jaime Nebot, que se trataba de un conflicto
de poderes entre un personaje autoritario y despótico, Correa, y un
sector de la policía, equivocado en su metodología pero a quien le
asistía la razón en sus reclamos? Esta falsa equidistancia entre las
partes en conflicto era una indirecta confesión de su complacencia ante
los acontecimientos en curso y de su íntimo deseo de librarse de su
-hasta ahora al menos- inexpugnable enemigo político. Para ni hablar de
la lamentable involución del movimiento “indígena” Pachakutik, que en
medio de la crisis hizo pública su convocatoria al “movimiento indígena,
movimientos sociales, organizaciones políticas democráticas, a
constituir un solo frente nacional para exigir la salida del Presidente
Correa.” ¡Sorpresas te da la vida”, decía Pedro Navaja; pero no hay tal
sorpresa cuando uno toma nota de los generosos aportes que la USAID y el
National Endowment for Democracy han venido haciendo en los últimos años
para “empoderar” a la ciudadanía ecuatoriana a través de sus partidos y
movimientos sociales.

Conclusión: no fue un pequeño grupo aislado dentro de la policía quien
intentó dar el golpe sino un conjunto de actores sociales y políticos al
servicio de la oligarquía local y el imperialismo, que jamás le va a
perdonar a Correa haber ordenado el desalojo de la base que Estados
Unidos tenía en Manta, la auditoría de la deuda externa del Ecuador y su
incorporación al ALBA, entre muchas otras causas. Incidentalmente, la
policía ecuatoriana hace ya muchos años que, al igual que otras de la
región, viene siendo instruida y adiestrada por su contraparte
estadounidense. ¿Habrán incluido alguna clase de educación cívica, o
sobre la necesaria subordinación de las fuerzas armadas y policiales al
poder civil? No parece. Más bien, actualiza la necesidad de poner fin,
sin más dilaciones, a la “cooperación” entre las fuerzas de seguridad de
la mayoría de los países latinoamericanos y las de Estados Unidos. Ya se
sabe que es lo que enseñan en esos cursos.

2. ¿Por qué fracasó el golpe de estado?

Básicamente por tres razones: en primer lugar, por la rápida y efectiva
movilización de amplios sectores de la población ecuatoriana que, pese
al peligro que existía, salió a ocupar calles y plazas para manifestar
su apoyo al presidente Correa. Ocurrió lo que siempre debe ocurrir en
casos como estos: la defensa del orden constitucional es efectiva en la
medida en que es asumida directamente por el pueblo, actuando como
protagonista y no como simple espectador de las luchas políticas de su
tiempo. Sin esa presencia del pueblo en calles y plazas, cosa que había
advertido Maquiavelo hace quinientos años, no hay república que resista
los embates de los personeros del viejo orden. El entramado
institucional por sí sólo es incapaz de garantizar la estabilidad del
régimen democrático. Las fuerzas de la derecha son demasiado poderosas y
dominan ese entramado desde hace siglos. Sólo la presencia activa,
militante, del pueblo en las calles puede desbaratar los planes golpistas.

En segundo lugar, el golpe pudo ser detenido porque la movilización
popular que se desarrolló con gran celeridad dentro del Ecuador fue
acompañada por una rápida y contundente solidaridad internacional que se
comenzó a efectivizar ni bien se tuvieron las primeras noticias del
golpe y que, entre otras cosas, precipitó la muy oportuna convocatoria a
una reunión urgente y extraordinaria de la UNASUR en Buenos Aires. El
claro respaldo obtenido por Correa de los gobiernos sudamericanos y de
varios europeos surtió efecto porque puso en evidencia que el futuro de
los golpistas, en caso de que sus planes finalmente culminaran
exitosamente, sería el ostracismo y el aislamiento político, económico e
internacional. Se demostró, una vez más, que la UNASUR funciona y es
eficaz, y la crisis pudo resolverse, como antes la de Bolivia, en 2008,
sin la intervención de intereses ajenos a América del Sur.

Tercero, pero no último en importancia, por la valentía demostrada por
el presidente Correa, que no dio brazo a torcer y que resistió a pie
firme el acoso y la reclusión de que había sido objeto pese a que era
más que evidente que su vida corría peligro y que, hasta último momento,
cuando se retiraba del hospital, fue automóvil fue baleado con claras
intenciones de poner fin a su vida. Correa demostró poseer el valor que
se requiere para acometer con perspectivas de éxito las grandes empresas
políticas. Si hubiese flaqueado, si se hubiera acobardado, o dejado
entrever una voluntad de someterse al designio de sus captores otro
habría sido el resultado. La combinación de estos tres factores: la
movilización popular interna, la solidaridad internacional y la valentía
del presidente terminó por producir el aislamiento de los sediciosos,
debilitando su fuerza y facilitando la operación de rescate efectuada
por el Ejército ecuatoriano.

3. ¿Puede volver a ocurrir?

Sí, porque los fundamentos del golpismo tienen profundas raíces en las
sociedades latinoamericanas y en la política exterior de Estados Unidos
hacia esta parte del mundo. Si se repasa la historia reciente de
nuestros países se comprueba que las tentativas golpistas tuvieron lugar
en Venezuela (2002), Bolivia (2008), Honduras (2009) y Ecuador (2010),
es decir, en cuatro países caracterizados por ser el hogar de
significativos procesos de transformación económica y social y, además,
por estar integrados a la ALBA. Ningún gobierno de derecha fue
perturbado por el golpismo, cuyo signo político oligárquico e
imperialista es inocultable. Por eso el campeón mundial de la violación
a los derechos humanos -Álvaro Uribe, con sus miles de desaparecidos,
sus fosas comunes, sus “falsos positivos”- jamás tuvo que preocuparse
por insurrecciones militares en su contra durante los ocho años de su
mandato. Y es poco probable que los otros gobiernos de derecha que hay
en la región vayan a ser víctimas de una tentativa golpista en los
próximos años. De las cuatro que hubo desde el 2002 tres fracasaron y
sólo una, la perpetrada en Honduras en contra de Mel Zelaya, fue
coronada exitosamente. El dato significativo es que su ejecución fue
sorpresiva, en el medio de la noche, lo cual impidió que la noticia
fuese conocida hasta la mañana siguiente y el pueblo tuviera tiempo de
salir a ganar calles y plazas. Cuando lo hizo ya era tarde porque Zelaya
había sido desterrado. Además, en este caso la respuesta internacional
fue lenta y tibia, careciendo de la necesaria rapidez y contundencia que
se puso de manifiesto en el caso ecuatoriano. Lección a extraer: la
rapidez de la reacción democrática y popular es esencial para desactivar
la secuencia de acciones y procesos del golpismo, que rara vez es otra
cosa que un entrelazamiento de iniciativas que, a falta de obstáculos
que se interpongan en su camino, se refuerzan recíprocamente. Si la
respuesta popular no surge de inmediato el proceso se retroalimenta, y
cuando se lo quiere parar ya es demasiado tarde. Y lo mismo cabe decir
de la solidaridad internacional, que para ser efectiva tiene que ser
inmediata e intransigente en su defensa del orden político imperante.
Afortunadamente estas condiciones se dieron en el caso ecuatoriano, y
por eso la tentativa golpista fracasó. Pero no hay que hacerse
ilusiones: la oligarquía y el imperialismo volverán a intentar, tal vez
por otras vías, derribar a los gobiernos que no se doblegan ante sus
intereses.

- Dr. Atilio A. Boron, director del Programa Latinoamericano de
Educación a Distancia en Ciencias Sociales (PLED), Buenos Aires,
Argentina www.centrocultural.coop/pled - http://www.atilioboron.com

jueves, 16 de septiembre de 2010

¿El Plan Colombia quiere llegar a Paraguay?

Pocas semanas después de que el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, comprendiera que la presencia de tropas norteamericanas en su territorio era un factor de conflicto en la región, Alan García le dijo a la CNN que aceptaría con gusto esas tropas en el Perú. Con menos ruido, en Paraguay avanzan diferentes proyectos para que soldados norteamericanos ingresen a ese país. Las disputas internas en el frágil gobierno de Lugo le permiten a los sectores más ligados a los intereses norteamericanos relegar y desplazar a los ministros que intentan apuntalar los proyectos de cambio en América Latina. El último en sufrirlo fue el ministro de defensa Luis Bareiro Spaini que tuvo que renunciar a fines de agosto. Aunque la excusa para desplazarlo mediante un juicio político fue el robo de tres fusiles de un cuartel, el ministro ya estaba en la mira de los sectores más reaccionarios por haber denunciado públicamente a la embajadora de Washington, Liliana Ayalde, de instigar al vicepresidente Federico Franco para que desplazara a Fernando Lugo de la presidencia. Bareiro Spaini también rechazó una propuesta del canciller Héctor Lacognata de firmar una “Carta Acuerdo sobre Iniciativa en la Zona Norte” (IZN) con la Casa Blanca para que militares norteamericanos pudieran ingresar y realizar tareas de inteligencia y entrenamiento como en Colombia. Más allá de lo particular de este “acuerdo” y del dinero que aportará la Casa Blanca, hay un detalle que no se puede obviar, y es que retoma convenios firmados entre ambos países en 1961, durante la dictadura de Stroessner. No deja de llamar la atención que, en momentos que UNASUR cuestiona la ampliación de las bases en Colombia, el gobierno paraguayo esté proponiendo acuerdos militares con Estados Unidos que parecen sacados de la época de la Guerra Fría y una reedición de la Doctrina de Seguridad Nacional.
La fragilidad del presidente Lugo no sólo es producto de su salud. Algunos políticos opositores dicen abiertamente que tiene que renunciar, mientras otros buscan debilitarlo para que deje el cargo. Tampoco sería de extrañar que en poco tiempo aparezcan nuevamente titulares en la CNN y otros medios norteamericanos sobre terroristas en la Triple Frontera o que un periodista encuentre una foto de las Cataratas del Iguazú en algún lugar perdido de Afganistán como ya sucedió en 2001 y fantasear sobre el paso de Bin Laden por Paraguay. Y si el narcotráfico, terroristas de todo tipo y Bin Laden están en Paraguay quién podría negarse al ingreso de los militares norteamericanos….

viernes, 3 de septiembre de 2010

Los narcos, entre México y Estados Unidos

Mientras muchos medios de comunicación resaltan intencionadamente la violencia que existe en la ciudad de Caracas, México es un polvorín y se desangra. No pasa un día que no se escuche de masacres cometidas por diferentes bandas de narcos, asesinatos de políticos o también de indocumentados que intentar cruzar la frontera y son secuestrados y asesinados. Desde que Felipe Calderón asumió como presidente en diciembre de 2006 han muerto más de 28 mil personas vinculadas a la violencia generada por las bandas armadas y el narcotráfico. El gobierno no sólo que es incapaz de frenar esta violencia sino que diversos organismos del Estado hace años que forman parte del entramado narco. Más de un responsable militar de la lucha “anti drogas” estuvo involucrado en el trafico de drogas y la banda “Los Zetas” fue creada por militares de diversas fuerzas de “seguridad”, algunos de los cuales incluso fueron entrenados por la CIA. Por eso tampoco extraña que Estados Unidos invierta millones de dólares para “combatir” el narcotráfico sin ningún efecto positivo, aunque la Casa Blanca insiste con su habitual soberbia en descalificar el trabajo de los mexicanos (y no les falta razón) y de los latinoamericanos en general. Sin embargo, la situación en México también deja al desnudo el colosal fracaso de los propios Estados Unidos. El país que invierte tanto dinero y tropas para combatir el narcotráfico en América Latina y que envía a la DEA para asesorar gobiernos en su lucha contra la producción de drogas es el primer consumidor de cocaína del mundo. Como si esto fuera poco, la inmensa mayoría de las armas que se usan en México se fabrican en Estados Unidos y según el Washington Post (27/08/10) en la frontera común se incauta apenas el uno por ciento del dinero que se pasa ilegalmente entre ambos países. El país más poderoso del planeta con la tecnología más avanzada no puede impedir que entren toneladas de drogas, salgan miles de armas y circule dinero ilegal de un país al otro. Si el narcotráfico y el lavado de dinero son dos de los negocios más rentables del planeta, uno no puede dejar de preguntarse qué esconde Estados Unidos detrás de su fracaso.

martes, 10 de agosto de 2010

Haití, un país olvidado

Cuando uno llega a un país meses después de un terremoto imagina que verá miles de hombres y mujeres trabajando día y noche para reconstruir aquello que fue destruido. Nada de eso sucede en Haití. Seis meses han pasado desde aquel fatídico 12 de enero y el país más pobre de América Latina es más pobre que nunca. Entre los escombros que están por doquier se ven aquí y allá algunas personas con baldes de plástico sacando las piedras de los edificios destruidos. Los tractores y las palas mecánicas son una rareza en Puerto Príncipe y ni que hablar en los pueblos y ciudades alejados de la capital.
Haití hoy es la combinación de lo peor que le puede pasar a un país. Por un lado, la extrema pobreza que se palpa a cada paso con miles de personas viviendo en villas miserias construidas entre montañas de basura sin agua potable ni tendido eléctrico. Por el otro, un terremoto que destruyó miles de edificios y que ha dejado una fotografía similar a la de un país bombardeado. El blanco y bello Palacio Nacional en la parte baja de la ciudad a metros del puerto es ahora una carcasa vacía que yace inerme, al igual que la mayoría de los edificios públicos de las cercanías o la histórica Catedral que sólo mantiene en pie algunas de sus paredes. A esto se le suma que muchas de las viviendas colapsadas están en los cerros densamente poblados donde ni siquiera puede llegar un tractor porque nunca se abrieron calles. Como si esto fuera poco, cientos de miles viven en carpas en improvisados campamentos de refugiados por doquier; frente al Palacio, en cada plaza, en las laderas de las montañas o en el Petionville Club, el exclusivo club en la parte más rica de la ciudad, con su principal cancha de tenis repleta de medicamentos y comida.
Ante este panorama desolador y la falta de un Estado uno podría pensar que Haití ha quedado a merced de bandas armadas y saqueadores. Sin embargo, asombra la amabilidad y simpatía de la gente. Uno no puede dejar de preguntarse a quién beneficia el estigma de violentos que les han adosado. Con asombro uno recorre los escombros, los mercados, y las calles oscuras a la noche y no puede creer que Haití sea uno de los más países más tranquilos y seguros de América Latina. ¿O será la calma antes de la próxima tormenta?

lunes, 2 de agosto de 2010

La batalla por la OEA

El desarrollo de algunas nuevas instituciones latinoamericanas impulsadas por los gobiernos progresistas de la región descoloco durante un tiempo a los gobiernos de derecha o centro derecha. Sin saber muy bien que hacer frente a la vitalidad de algunos de estos nuevos organismos (como UNASUR) decidieron participar de ellos aunque no fueran de su agrado. Así, cuando Álvaro Uribe fue presionado para asistir a la reunión especial de Bariloche para discutir el tema de la ampliación de las bases militares en su país, no pudo eludir la cita. Sin embargo, esto no significa que los gobiernos de derecha hayan perdido la capacidad de tomar iniciativas políticas. Frente a organismos en los cuales la correlación de fuerzas no les es favorable parecen haber adoptado la estrategia de darle nuevos aires a la Organización de Estados Americanos, la OEA. Hay un elemento que para estos gobiernos es fundamental, en la OEA participa Estados Unidos, con todo lo que esto significa. Por esta razón no fueron casuales algunas movidas impulsadas por los gobiernos de Chile, Colombia y Honduras, tres países gobernados hoy por presidentes claramente de derecha.
Álvaro Uribe, todavía presidente de Colombia hasta que asuma Juan Manuel Santos, exige que la OEA denuncie los vínculos de Hugo Chávez con las FARC y el supuesto amparo que le brinda a los guerrilleros colombianos.
Porfirio Lobo, consciente de que Unasur todavía no reconoce su gobierno, esta intentando por todas las vías que la OEA lo reconozca como legitimo presidente. Y varios senadores chilenos quieren que la OEA presione a Chávez para que puedan ser observadores de las próximas elecciones legislativas en Venezuela, aunque cada Estado es soberano y puede decidir a quienes invita como “observadores”.
Revitalizar la OEA implica quitarle relevancia a Unasur y ponerle escollos al nacimiento de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribenños (CELAC) que sin Estados Unidos y Canadá reunirá a todos los países del continente. Algunos gobiernos progresistas quieren que la CELAC reemplace a la OEA, mientras otros harán todo lo posible para evitarlo. La pelea recién comienza.

lunes, 19 de julio de 2010

Un presidente sirio que piensa en el sur

La mayoría de los países de América Latina que recibieron oleadas de inmigrantes árabes están marcados por la herencia que éstos han dejado en las diferentes sociedades. Varios incluso han tenido presidentes de origen árabe y no son pocos los líderes políticos y sociales que tienen sus raíces en el Medio Oriente. A pesar de los vínculos históricos y de la identificación política entre el nacionalismo árabe y el tercermundismo latinoamericano en los años cincuenta y sesenta, pocos presidentes árabes visitaron la región. Salvo por su relación con Cuba los vínculos políticos y culturales del mundo árabe con América Latina parecían congelados.
En los últimos años, y gracias a las transformaciones en países como Venezuela y Brasil, nuestra región comenzó a mirar un poco más hacia el mundo árabe. De hecho, y por iniciativa de Lula, ya se realizan cumbres entre la Liga Arabe y América del Sur. Es en este marco que hay que analizar la gira del presidente sirio Bachar al Assad por Venezuela, Cuba, Brasil y Argentina. Con los dos primeros existe una mayor afinidad política. Cuba rompió relaciones con el Estado de Israel siguiendo al bloque soviético a raíz de la guerra de 1967, y Venezuela expulsó al embajador israelí por la invasión a Gaza en diciembre 2008. Hugo Chávez, ya se había convertido en un héroe para los árabes en 2006 cuando criticó abiertamente la invasión del Líbano de ese año; y los afiches con su cara se podían ver en Beirut junto a las ruinas de los edificios arrasados por los aviones israelíes.
Como Brasil y la Argentina tienen buenas relaciones con el Estado de Israel y con los países árabes, Assad recalcó el rol de mediadores que ambos podían cumplir para poder avanzar en el tan mentado proceso de paz estancado hace varios años. Pero a Siria le interesa sumar apoyo para recuperar el Golán, un territorio que forma parte de la provincia de Kuneitra, conquistado por Israel en 1967 y que se niega a devolver, a pesar de las resoluciones de Naciones Unidas que así se lo exigen. En su gira, aunque hubo presiones y protestas de muchas organizaciones judías, logró que los cuatro países apoyaran explícitamente su reclamo. Y esto no es poco para un país que también está en la mira de Estados Unidos.

lunes, 28 de junio de 2010

¿Y si desaparece Bélgica?

La idea de la Unión Europea (UE) surgió después de la Segunda Guerra Mundial y apenas seis países la conformaron en su comienzo, cuando pocos soñaban que podrían llegar a ser veintisiete como en la actualidad. El Reino de Bélgica fue uno de ellos y su capital, Bruselas, es considerada también la capital de Europa porque allí tienen sede varias instituciones de la UE. Nadie podía imaginar entonces que mientras más países tocan la puerta de la UE para sumarse a ella sobre Bélgica pesaría el fantasma de la desintegración producto de la viejas enemistades étnico- lingüísticas que salieron a flote en las recientes elecciones del 13 de junio.
Bélgica está dividida en tres regiones. En el norte está Flandes donde vive el 60 por ciento de la población y se habla el flamenco, (también conocido como holandés o neerlandés). En Valonia, al sur, se habla francés. En la región de Bruselas (más amplia que la propia ciudad y enclavada en Flandes) siempre hay tensiones entre las dos comunidades por los privilegios que tienen los que hablan francés. Claro que no es solamente un problema “técnico” de cómo y dónde hablar cada una de las lenguas. Flandes es la zona más rica de Bélgica y sus habitantes están convencidos de que su riqueza es el fruto de su trabajo, y que si el sur es más atrasado, pobre y despoblado se debe a la supuesta holgazanería de los francófonos que viven allí. Estas divisiones también permiten entender porque ya casi no existen partidos políticos “belgas” y que la representación en el Parlamento sea político-comunitaria. La gran sorpresa del 13 de junio la dio la Nueva Alianza Flamenca (NAF) al conseguir 27 bancas (sobre 150) y convertirse en el partido más votado y primera minoría con derecho a formar gobierno. La plataforma política del NAF es muy clara y manifiesta su voluntad de construir una “república flamenca” porque “Flandes cumple con todas las condiciones internacionales para ser reconocido como Estado”. Lo dicen sin ambigüedades, su objetivo es la desintegración de Bélgica.
Toda Europa está pendiente de Bélgica ya que tiene que asumir la presidencia de la Unión Europea el 1 de julio. Mientras tanto, en Francia ya se hacen encuestas públicas para saber si los franceses estarían dispuestos a incorporar los belgas francófonos a su país y muchos catalanes y vascos se preguntan: ¿si ellos pueden aspirar a un Estado propio, porqué nosotros no? Un lío para Europa.

viernes, 7 de mayo de 2010

Cumbre Nuclear en Washington

La reunión convocada por el presidente de los Estados Unidos en Washington para debatir el tema nuclear fue bastante extraña. Un debate sobre el armamento nuclear que puede destruir todo el planeta se realizó sólo entre cuarenta y siete países elegidos a dedo por la Casa Blanca. Claro que esto no fue casual. La convocatoria por fuera de Naciones Unidas le permitió al presidente Barack Obama eludir un debate público con países que seguramente hubieran cuestionado su política nuclear y su carrera armamentista. No es casual que de América Latina los únicos convocados fueran Argentina, Brasil, Chile y México. Si bien es cierto que estos países han criticado y critican a Estados Unidos en muchos temas, no tienen el tono molesto y confrontativo que suelen tener Hugo Chávez, Evo Morales, Daniel Ortega, Raúl Castro o Rafael Correa, para mencionar a algunos de los presidentes latinoamericanos que no fueron invitados. Tampoco estuvieron Irán y Corea del Norte, los países que más están en la mira de Washington por su política nuclear. Y al dejar afuera a la República Arabe Siria el presidente Obama se garantizaba que nadie cuestionaría con dureza al Estado de Israel, el único que ya tiene armamento nuclear en el Medio Oriente.
Por eso no extrañó que no hubiera voces disonantes cuando Obama señaló que la gran amenaza para la humanidad proviene de la “posibilidad” de que “redes terroristas” accedan a tecnología nuclear o de que “algunos” países -en clara referencia a Irán- la pudieran desarrollar. Fue interesante ver cómo la Cumbre dio por sentado que es un hecho “natural” y legítimo que las principales potencias puedan acaparar el armamento nuclear del planeta. Por eso no extrañó la sinceridad de Nicolás Sarkozy al afirmar que no renunciará a las armas nucleares de manera unilateral porque eso pondría en peligro la seguridad de Francia.
Estados Unidos es el único país que hasta ahora arrojó bombas atómicas sobre población civil. Seguramente muchos japoneses se habrán preguntado qué autoridad moral tiene para organizar este tipo de cumbres cuando todavía no pidió perdón por las bombas que destruyeron Hiroshima y Nagasaki.

miércoles, 14 de abril de 2010

Elecciones en Bolivia

Tiempos de construcción
Publicado en www.acciondigital.com.ar y www.pulsobolivia.com

Hasta hace poco tiempo Alvaro García Linera -un exquisito intelectual devenido vicepresidente- decía que en Bolivia existía un “empate catastrófico” con dos proyectos antagónicos en pugna sin que ninguno lograra imponerse. Por un lado estaba el bloque dominante neoliberal y por el otro un proyecto popular e indígena. Después del fracaso de la oposición para destituir a Evo Morales por la vía de una consulta popular en agosto 2008 (donde fue ratificado con el 67 por ciento de los votos) y su reelección en diciembre de 2009 con un aplastante 53 por ciento, se destrabó el empate y surgió claramente un vencedor, Evo Morales. Los partidos de la derecha están fragmentados, desmovilizados y atomizados en un parlamento donde el gobierno tiene la mayoría absoluta. La oposición de derecha regional, que se presentaba como “la otra mitad” de Bolivia con su famosa “Media Luna” y amenazaba con la secesión, en las últimas elecciones del 4 de abril quedó reducida sólo a los departamentos de Santa Cruz y Tarija, dos regiones importantes, pero sólo dos de nueve.
Hoy el MAS se ha consolidado como la única fuerza política de todo el país con capacidad de movilizar tanto en las ciudades como en las regiones del campo más remotas. Sin embargo, en muchas ciudades donde había tenido un aplastante triunfo en diciembre, sus candidatos fueron derrotados y triunfó nada más que en tres de las diez ciudades más importantes. Por otra parte perdió en La Paz, la ciudad más poblada y la capital política del país, después de una complicada e inexplicable disputa con el Movimiento Sin Miedo, un aliado de izquierda a quien despreció en estos últimos tiempos.
Estas elecciones reflejan también la creciente preocupación de los ciudadanos por los problemas locales y que no alcanza un proyecto de cambio nacional, por más radical que sea, si los que deben ejecutarlo en el nivel más primario no cuentan con el apoyo popular allí donde viven. Es verdad que las leyes generales se aprueban en el Congreso, pero la participación popular en el día a día es lo que puede garantizar la continuidad de un proceso que ya no se basa en la crítica sino en la construcción. Por cinco años no habrá elecciones en Bolivia. Ahora es el tiempo de construir, y eso es todavía mucho más difícil que ganar elecciones.

martes, 30 de marzo de 2010

NUEVO LIBRO !!!

EL CONFLICTO PALESTINO-ISRAELÍ - 100 PREGUNTAS Y RESPUESTAS (Ed. Capital Intelectual)
http://www.youtube.com/watch?v=jqTnPS9m_gQ

Este nuevo libro no es un libro teórico sobre el conflicto palestino-israelí sino el fruto de numerosos diálogos mantenidos durante años con las personas que se me acercan y buscan respuestas a tantas preguntas, desde las más simples hasta las más complejas.
¿Por qué un libro de preguntas y respuestas? Porque a veces se requieren respuestas sencillas para preguntas complejas. La idea es que encuentren en esta especie de guía introductoria algunas claves que permitan desentrañar las dudas más frecuentes. Este no es un libro sobre el Medio Oriente en general sino sobre el conflicto palestino-israelí en particular.
Transcribo las preguntas del libro...

1) ¿Por qué existe un conflicto entre palestinos e israelíes?
2) ¿Qué fue lo que alteró la convivencia de siglos entre judíos y árabes?
3) ¿Qué es el movimiento sionista?
4) ¿Todos los judíos adhieren al proyecto sionista?
5) ¿Es lo mismo antisemitismo que antisionismo?
6) ¿Es antisemita todo aquel que critica a Israel?
7) ¿Por qué los judíos eligieron Palestina para desarrollar un Estado propio?
8) ¿Qué significa la frase “Un pueblo sin tierra para una tierra sin pueblo”?
9) ¿Por qué los británicos y franceses se repartieron el Medio Oriente en 1916?
10) ¿Cuál fue la importancia de la Declaración Balfour de 1917?
11) ¿Cuándo surge el nacionalismo palestino?
12) ¿Los árabes y los judíos aceptaron que los británicos ocuparan Palestina?
13) ¿En qué se diferencia la colonización judía de Palestina del colonialismo “clásico”?
14) ¿Cuándo comenzaron los enfrentamientos entre árabes y judíos?
15) ¿Cómo hicieron los judíos para ser mayoría en el territorio de Palestina si eran una minoría?
16) ¿Por qué en 1947 Naciones Unidas decide la partición de Palestina?
17) ¿Cuál fue la actitud de los judíos ante la partición?
18) ¿Cuál fue la actitud de los árabes ante la partición?
19) ¿Cómo influyó el genocidio de los judíos de Europa en la creación del Estado de Israel?
20) ¿Cuándo se creó el Estado de Israel?
21) ¿Por qué el Estado de Israel se define como un Estado judío?
22) ¿Por qué los palestinos abandonaron su tierra?
23) ¿Qué significa la expresión Al Nakba que utilizan los palestinos?
24) ¿Qué implicó la aparición de los llamados “nuevos historiadores israelíes”?
25) ¿Se puede decir que hubo limpieza étnica en Palestina?
26) ¿Qué sucedió en el pueblo de Dir Yassin para que los palestinos lo recuerden tanto?
27) ¿Quiénes son los refugiados palestinos?
28) ¿Por qué los judíos del mundo se sienten tan ligados al Estado de Israel?
29) ¿Cómo se explica el apoyo de Estados Unidos a Israel? ¿Es por el lobby judío?
30) ¿Qué es la ley del retorno para los judíos?
31) ¿Puede un palestino que abandonó su tierra en 1948 volver a ella?
32) ¿Por qué la guerra de los seis días en 1967 fue tan importante?
33) ¿Qué territorios ocupó Israel en la guerra de 1967?
34) ¿Cuál fue la postura de Naciones Unidas respecto de la guerra de 1967?
35) ¿Cuál fue la actitud de la población israelí ante la ocupación de Cisjordania y la Franja de Gaza?
36) ¿Egipto, Siria y Jordania son parte del conflicto entre palestinos e israelíes?
37) ¿Por qué Jerusalén es tan importante para judíos, musulmanes y cristianos?
38) ¿Todos los palestinos viven en los territorios que Israel ocupó en 1967?
39) ¿En qué situación se encuentran los palestinos que viven dentro del Estado de Israel?
40) ¿Qué es la Organización para la Liberación de Palestina (OLP)?
41) ¿Qué es la Carta Nacional Palestina de 1968?
42) ¿Por qué los palestinos recurrieron a la violencia?
43) ¿A qué se llama “Septiembre Negro”?
44) ¿Quién fue Iasser Arafat?
45) ¿Qué pasó en las Olimpiadas de Munich de 1972?
46) ¿Cuál es la importancia de la “guerra de Iom Kipur” de 1973 en el conflicto palestino-israelí?
47) ¿Por qué Estados Unidos y la Unión Soviética no lograron imponer un acuerdo de paz después de la guerra de 1973?
48) ¿Por qué Israel invadió el Líbano en 1982?
49) ¿Qué sucedió en los campamentos de refugiados de Sabra y Shatila en Beirut?
50) ¿Cuándo surgió el Hezbolá en el Líbano?
51) ¿Por qué en 1987 estalló una revuelta palestina conocida como Intifada?
52) ¿Cuándo surgió HAMAS en Palestina?
53) ¿HAMAS tiene argumentos antisemitas en su plataforma política?
54) ¿Desde cuándo los palestinos reconocen al Estado de Israel?
55) ¿Qué establecieron los Acuerdos de Oslo de 1993?
56) ¿Qué son los asentamientos que Israel construyó en Cisjordania y Gaza?
57) ¿Qué significa ser de derecha o de izquierda en Israel?
58) ¿Por qué asesinaron al primer ministro Itzjak Rabin en 1995?
59) ¿Qué es la Autoridad Nacional Palestina?
60) ¿Quién gobierna la Autoridad Nacional Palestina?
61) ¿Se puede comparar el trato de los israelíes a los palestinos con el trato de los nazis hacia los judíos?
62) ¿Se puede decir que existe una política de Apartheid en los territorios que Israel ocupa desde 1967?
63) ¿Es verdad que en el año 2000 los israelíes le ofrecieron a Arafat un Estado palestino y no aceptó?
64) ¿Qué fue la Segunda Intifada del año 2000?
65) ¿Por qué Israel ha construido un muro que es más alto que el Muro de Berlín?
66) ¿Qué es la Franja de Gaza?
67) ¿Qué es el bloqueo a la Franja de Gaza?
68) ¿Cuándo se retiró Israel de la Franja de Gaza?
69) ¿Por qué HAMAS triunfó en las elecciones de 2006?
70) ¿Quién gobierna en Cisjordania y Gaza?
71) ¿Es el Estado de Israel la única democracia de Medio Oriente?
72) ¿Por qué Estados Unidos influye tanto en Medio Oriente?
73) ¿El conflicto palestino-israelí es religioso o nacional?
74) ¿HAMAS reconoce al Estado de Israel?
75) ¿Qué importancia tienen para los judíos algunos lugares que consideran “santos”?
76) ¿Cuál es la situación actual de los refugiados palestinos?
77) ¿Por qué un ex primer ministro israelí dijo que “si hubiera nacido palestino se hubiera sumado a una organización terrorista”?
78) ¿Son los atentados suicidas palestinos el principal obstáculo para la paz?
79) ¿Cuál es la postura de los palestinos respecto de la violencia y los ataques suicidas?
80) ¿Cómo afecta la violencia palestina a los israelíes?
81) ¿Cómo afecta la violencia israelí a los palestinos?
82) ¿Es verdad que hay ciudades palestinas cercadas por el muro?
83) ¿Cómo se manifiesta el control israelí sobre Cisjordania?
84) ¿Por qué los israelíes denominan Judea y Samaria al territorio conocido como Cisjordania?
85) ¿Los palestinos usan a sus habitantes como “escudos humanos”?
86) ¿Qué son los asesinatos selectivos que practica Israel?
87) ¿Por qué palestinos e israelíes se acusan mutuamente de prácticas terroristas?
88) ¿Por qué hubo un enfrentamiento armado entre HAMAS y la OLP?
89) ¿Por qué Israel invadió otra vez la Franja de Gaza en diciembre de 2008?
90) ¿Por qué fue tan criticada la invasión israelí a Gaza?
91) ¿Cuáles son las iniciativas de paz que surgieron después de los Acuerdos de Oslo?
92) ¿Por qué se habla tanto de “la solución de los dos Estados”?
93) ¿Qué fronteras propone Israel para resolver el conflicto con los palestinos?
94) ¿Los países árabes quieren la paz con Israel?
95) ¿Por qué Irán tiene tanta presencia en el conflicto?
96) ¿Qué quieren los palestinos?
97) ¿Qué quieren los israelíes?
98) ¿Será capaz Barack Obama de resolver el conflicto entre palestinos e israelíes?
99) ¿Qué fechas son esenciales para comprender el conflicto palestino israelí?
100) ¿Es posible la paz y la convivencia entre israelíes y palestinos?

viernes, 26 de marzo de 2010

Kuwait: donde reina el petróleo

Publicado en www.acciondigital.com.ar y www.pulsobolivia.com

Dentro de pocos meses se cumplirán veinte años de la invasión de Saddam Hussein a Kuwait y en este pequeño emirato sobre el golfo arábigo-pérsico el tema es recurrente en cualquier conversación. Agosto y febrero son dos meses claves para comprender la actualidad de este país rodeado por dos gigantes como Arabia Saudita e Irak. También de la región, ya que frente a sus costas está Irán, otra nación poderosa. El 2 de agosto de 1990 el ejército iraquí invadió Kuwait, y el 26 de febrero de 1991 las tropas norteamericanas expulsaron a las iraquíes. En las calles de la capital quedan pocos rastros de la ocupación iraquí ya que todo fue reconstruido con los miles de millones de dólares que aportaron los norteamericanos que dejaron –además- varias bases militares y unos veinte mil soldados. Los pozos de petróleo funcionan a pleno por doquier como si nunca hubieran sido quemados por los iraquíes cuando en su repliegue desesperado intentaron sabotear la única fuente de ingresos del emirato. Por otra parte, los geólogos locales aseguran que el petróleo no se acaba a pesar de los pronósticos pesimistas de quienes buscan fuentes alternativas al oro negro.
Kuwait es país extraño. Este pequeño pueblo de pescadores y buscadores de perlas se convirtió en nación independiente por obra y gracia de los británicos cuándo éstos descubrieron la inmensa fortuna que yacía bajo sus arenas. El petróleo los hizo tan ricos que los kuwaitíes se enorgullecen de no pagar impuestos, de que la salud y la educación son gratuitas y de que no hay pobres. Pero no es menos cierto que casi un setenta por ciento de la población está compuesto por trabajadores extranjeros temporarios del sudeste asiático y otros países árabes, y que ellos realizan los trabajos menos calificados, y no gozan del mismo nivel de vida que los nativos. Entre los hechos extraños se puede señalar que Kuwait está gobernado desde siempre por una familia real que nadie cuestiona y que a veces tiene posturas más progresistas que los políticos locales, que recién en 2005 aprobaron el voto femenino a pesar de que el Emir lo venía planteando durante años. Mientras el petróleo sea indispensable para la economía nadie puede prescindir de Kuwait; y los kuwaitíes lo saben.

lunes, 15 de marzo de 2010

El pantano de Afganistán

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A poco más de un año de haber asumido como presidente de los Estados Unidos pocos recuerdan que Barack Obama se opuso a la invasión de Irak decidida por George Bush en 2003. No sólo porque el debate parece tan lejano sino también porque Obama continúa ocupando Irak y Afganistán sin nada que lo diferencie de su predecesor salvo el de ostentar el título de “premio Nobel de la paz”. Cuando asumió la presidencia dijo que la guerra “a ganar” era la de Afganistán y que iba a tratar de retirar las tropas de Irak lo antes posible. Todavía no ha concretado ninguna de las dos.
A pesar de la inmensa superioridad militar-tecnológica de las Fuerzas Armadas de la primera potencia mundial y de su capacidad de llevar adelante dos guerras de manera simultánea, es incapaz de destruir ejércitos de guerrilleros que no tienen aviones, barcos, tanques, ni armamento sofisticado. En el caso específico de Afganistán cuesta creer que Obama y los militares que diseñan la estrategia hayan aprendido tan poco de la historia de ese país que estuvo ocupado por los británicos y los soviéticos y que ambos tuvieron que retirarse sin haber comprendido porqué no lograron triunfar frente a combatientes tribales pobremente armados y que no pasaron por ninguna sofisticada academia militar.
Cuesta comprender también que los diferentes gobernantes estadounidenses no hayan aprendido la lección de Vietnam y que algunos generales retirados todavía crean que perdieron la guerra por un puñado de hipéis y los medios de comunicación, sin pensar en las consecuencias que tiene sobre un pueblo la ocupación de su tierra.
Pero el mundo de fantasía creado por CALT Disnea impregna todas las esferas de la vida de los norteamericanos. A fines de febrero un informe de Naciones Unidas señalaba que durante 2009 habían muerto 346 niños a raíz de los combates en Afganistán y que 131 de ellos se habían producido por las tropas de la OTAN (comandada por un norteamericano). Eso sin contar los más de 600 civiles muertos en Pakistán por los bombardeos de los aviones “inteligentes” no tripulados. Claro que las cadenas de noticias estaban más preocupadas por difundir en todo el mundo los detalles del ataque de la “orca asesina” a su adiestradora en Miami. Y después se preguntan ingenuamente porqué los odian.

miércoles, 17 de febrero de 2010

Las máscaras de Pepe Mujica

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El carnaval siempre es una buena oportunidad para probarse una máscara o pintarse la cara. Ambos hechos ocultan y juegan con los ojos que están allí, atentos a lo que pueda pensar quien está observando al que se sube a un escenario para actuar. Pintarse la cara puede tener alguna connotación guerrera, pero las máscaras suelen ocultar la verdadera cara del protagonista. El mundo mira con extrañeza y algo de curiosidad a Pepe Mujica que el 1 de marzo asumirá como el nuevo presidente del Uruguay. ¿Guerrillero o estadista? Esta es la pregunta que intentan descifrar muchos buscando descubrir qué se esconde en este hombre de hablar campechano y cansino que llegó al parlamento en una vieja moto para asumir como diputado en los años noventa, fue ministro, ahora será presidente y todavía hace un culto de su chacra precaria en las afueras de Montevideo.
El Uruguay es un país con muchas máscaras, muy abierto en algunos rubros, tan conservador en otros. Tal vez el gran ejemplo sea el Shopping Punta Carretas. Si uno lo recorre hoy cuesta imaginar que allí había una cárcel y que en 1971 los Tupamaros realizaron una de las fugas más extraordinarias de la historia carcelaria. De la misma manera, cuando uno escucha hablar de economía a Pepe Mujica, cuesta imaginar que este hombre -elogiado por empresarios liberales y de extrema derecha por su discurso que incorpora conceptos del neoliberalismo- haya sido un dirigente guerrillero influenciado por la revolución cubana. Sin embargo, más allá de la mitología hay que recordar que el Movimiento de Liberación Nacional – Tupamaros tuvo una corta vida como grupo guerrillero. En 1973 la mayoría de sus principales dirigentes fueron encarcelados por más de una década, después de su liberación renunciaron a la lucha armada y en los cargos parlamentarios y ministeriales que ocuparon en estos últimos años no se caracterizaron por presentar propuestas tan radicales. Es más, reflotar los antecedentes “tupamaros” durante la campaña electoral ni siquiera le trajo muchos beneficios a la derecha.
Hay muchas esperanzas depositadas en “el Pepe” porque él es diferente; de eso no cabe la menor duda. Resta saber si se pintará la cara o se pondrá una máscara.

jueves, 4 de febrero de 2010

Brieger: Haití, el antes y el después

Próximamente en la revista ACCION (www.acciondigital.com.ar)

Siempre se dice que hay un antes y un después. La pregunta respecto de Haití es si el “después” será mejor o peor que el “antes”. Claro que todo depende de quién ayude a construir ese “después”. La gran pregunta es si los responsables del “antes” podrán ayudar a construir un “después” diferente. La respuesta es tajante. No.
Mucho se ha escrito en estas semanas sobre la miseria histórica de la pequeña nación caribeña, del colonialismo francés y la ocupación norteamericana, o de la dictadura de los Duvalier. También de la deuda eterna que los tiene atados de pies y manos a las condiciones que les imponen los siempre “generosos” organismos internacionales. Durante años organizaron conferencias, prestaron millones de dólares y prometieron inversiones en infraestructura sanitaria y educativa. Hasta nombraron a Bill Clinton al frente de una misión de Naciones Unidas para “reconstruir” Haití en 2009, y que ahora está organizando una gran colecta bajo el paraguas del “Fondo Bush Clinton para Haití”.
Pero la gran mentira quedó al desnudo en menos de un minuto el 12 de enero de 2010.
Cuando se piensa en la pobreza en Haití es inmoral ocultar el rol que tuvieron el Banco Mundial, el BID o el FMI que durante más de veinte años presionaron para que Haití adoptara las recetas neoliberales que implicaban –entre otras cosas- la apertura del mercado del arroz, el principal alimento de los haitianos. ¿Acaso se escuchó a Bill Clinton o a Barack Obama decir que iban a dejar de inundar el mercado del pequeño país con su arroz subsidiado para poner en pie la agricultura de los más pobres de los pobres? En abril de 2008 el Banco Mundial alertaba que el alza de los precios de los alimentos provocaría más hambre y protestas en muchos países, y mencionaba a Haití como caso testigo. ¿No sabían los economistas del Banco Mundial que miles emigraron hacia Puerto Príncipe por la imposibilidad de competir con el arroz que llega del norte a bajísimo precio hasta convertir la capital en una gran villa miseria? Algunos países como Japón, India o China pudieron resistirse a la apertura indiscriminada de sus mercados de arroz. Haití fue doblegada. Por los mismos que ahora dicen que quieren ayudarla. Si América Latina no interviene con políticas de desarrollo genuino es muy probable que el “después” sea aún peor que el “antes”.

jueves, 21 de enero de 2010

BRIEGER - Chile: La derecha en el poder

Próximamente en la revista ACCION (www.acciondigital.com.ar)

No le alcanzó a Eduardo Frei. Aunque su campaña para el ballotage tuvo el dinamismo que le faltó para la primera vuelta, no le alcanzó para remontar los 15 puntos que lo separaban de Sebastián Piñera. Marco Enriquez-Ominami (MEO), pocos días antes del día “D” dijo que votaría por Frei, pero dejó en libertad de acción a sus seguidores. Y como se preveía, una parte de los votos de MEO fueron para Piñera.
La derecha chilena está exultante. Por primera vez en más de cincuenta años ha regresado al poder por la vía de los votos, lo que representa toda una novedad para una generación de políticos chilenos que crecieron al amparo de los diecisiete años que duró la dictadura pinochetista. En esta “nueva” derecha encontramos una mezcla de antiguos seguidores y socios del general con dinámicos empresarios que crecieron durante los gobiernos de la Concertación. Estos buscan mostrar que son diferentes de sus socios más retrógrados que legaron la constitución pinochetista de 1980; la misma que la Concertación no se atrevió a modificar en los veinte años que gobernó. Cabe recordar que la misma fue aprobada después de un “plebiscito” que realizó la dictadura. Y aunque algunos analistas señalan que “la derecha intentó no ser derecha” en estas elecciones, si la Concertación no desmontó gran parte del andamiaje heredado de la dictadura, menos lo hará el nuevo gobierno con sus “técnicos” y “profesionales”. Más allá del carácter técnico y de eficiencia empresarial que Piñera le quiera dar a su gestión su sostén son los dos partidos de la derecha chilena, Renovación Nacional (RN) y la Unión Demócrata Independiente (UDI). Y este último, considerado el partido más ligado al pinochetismo, es la primera fuerza en el parlamento chileno.
Pero esta derecha no sabe lo que es gobernar en democracia. Todas las profundas reformas económicas que realizó Pinochet se hicieron sin debate ni oposición. Ahora tendrán oposición en el Parlamento y en las calles. Habrá que ver cómo reacciona.

Haití

El terremoto afecta a un país que está siendo social y ecológicamente destruido desde hace décadas (17/01/10)
Por Claude-Marie Vadrot
Publicado en la revista Sin Permiso (http://www.sinpermiso.info)


Ya se ocuparán otros de anunciar las cifras de la nueva desgracia que acaba de abatirse sobre Haití. Yo sólo quiero recordar ahora hasta qué punto esta isla en la que he venido realizando numerosos reportajes periodísticos ha sido destruida social y ecológicamente en las últimas décadas con la complicidad de los EEUU y de la ONU.
Viajando a bordo de una de las avionetas que comunican Santo Domingo con Puerto Príncipe, la capital de Haití, es ocioso que el piloto anuncie la frontera: para comprender que se comienza a volar sobre paisaje haitiano, basta percatarse del momento en que los árboles desaparecen bruscamente. En cosa de minutos, Haití apenas ofrece otra cosa que una sucesión de montes pelados: esta parte de la isla que apenas tiene el tamaño de Bélgica y suma 8 millones de habitantes y que fue otrora conocida como “la perla de las Antillas” se ve desde aire como un mundo lunar surcado por cauces carente de agua cuando no llueve.
El penosos estado de la mitad de la antigua Española viene a añadirse al sinnúmero de desdichas, a los miles de muertos, a los millares de exilados generados por los Duvalier, dictador padre y dictador hijo. Les sucedió Jean-Bertrand Aristide, el cura secularizado que, antes de ser depuesto, llegó a acumular con su abogada y esposa cerca de 850 millones de dólares de fortuna personal, sin duda para “sus pobres” de la Ciudad del Sol, los que le llevaron al poder en los años 80. Haití sufre uno de los medioambientes más degradados de las Américas: uno de los pocos estados del planeta en los que la historia del país se confunde totalmente, y de continuo, con la degradación de la naturaleza y del medio ambiente, porque los sucesores de los chiflados y de los dictadores no lo han hecho mejor.
En la región de Bombardópolis, en el extremo este, los campesinos se han visto reducidos con los años a desenterrar las raíces de los árboles para convertirlas en carbón vegetal. Porque hace mucho ya que cortaron los árboles. Venden este carbón, éste y otro que producen a partir de troncos que van encontrando todavía, para ganarse unas cuantas gourdes, la moneda local sin apenas valor. El grueso de los haitianos, señaladamente en la región de Gonaïves y en el norte, cocina con este combustible la poca comida que le separa de la muerte por inanición. Dos tercios de los haitianos, sobre todo en el norte y en el este, no tienen otra cosa que ese carbón vegetal, vendido a sacos a pie de carretera. La cubierta forestal de Haití se reduce ya a menos del 1% de la superficie.
Los árboles fueron primero víctimas del cultivo de la caña de azúcar y del café; luego, de una exportación incontrolada que enriqueció a la clase dominante y a los norteamericanos. Lo poco que queda, sirve de “leña de fuego”, como se dice en África, o de base para el carbón vegetal. La pugnaz competición que enfrenta a campesinos pobres con campesinos –un millón— sin tierras se solapa con los enfrentamientos entre bandas armadas. Las fuerzas de las Naciones Unidas no han logrado poner más orden en esos problemas que una clase política que, reproduciéndose de forma idéntica lustro tras lustro, ha perdido todo vínculo con una población en situación de abandono: el 1% de la población acapara al menos el 60% de la riqueza de un país abocado a la autodestrucción.
Cada año, lluvias más y más devastadoras a causa de las alteraciones climáticas que multiplican la violencia de huracanes y ciclones se precipitan sobre una superficie incapaz ya de retener tierra cultivable. Las tierras transportadas ni siquiera se detienen ya en los llanos, y ganan la costa: cada año, entre 37 y 40 millones de toneladas de tierra van a dar en la mar, y sólo el 10% del agua de lluvia penetra en el suelo. El resto discurre rápidamente sobre unos suelos encallecidos en la imposibilidad de que la retenga cualquier vegetación. Múltiples consecuencias: la irremediable alteración de los microclimas de la isla, el agostamiento de mantos freáticos vitales, 400 ríos o desaparecidos o con caudales que fluyen apenas unas semanas al año. Como en el caso de la leña, unas hostilidades pseudopolíticas enfrentan entre sí a los campesinos y a los campesinos con los grandes propietarios por el control del agua subsistente: se forman bandas que matan por el control de un simple canal de irrigación. Esta sequía progresiva ha llegado a un nivel inquietante en la segunda mitad de los 90, trayendo consigo la desaparición de los abundantes peces de agua dulce que constituían el alimento básico de muchos habitantes. En la llanura de la Arbonita, hacia el norte, los propios risicultores ya no tienen agua bastante para sus cultivos de arroz.
Una paradoja para un país en el que llueve desde luego mucho durante la mayor parte del año. Y año tras año desaparecen risicultores, porque los EEUU exportan a Haití 250.000 toneladas de arroz norteamericano públicamente subvencionado, y por lo mismo, menos caro que el arroz local que se compra en los mercados.
Cada año, millares de personas pierden la vida a causa de las inundaciones que transforman la menor pendiente en un torrente furioso. Decenas de veces al año, un pequeño viento huracanado que dure media hora basta para que Puerto Príncipe, rodeado de colinas, se vea invadido desde las alturas de la capital por toneladas de detritus que se acumulan en las calles de la baja ciudad, en donde viven los más pobres. En la Ciudad del Sol, el suburbio costero más miserable, el bastión desde el que Aristide lanzó su carrera como sacerdote y luego como político, la densidad demográfica es de 10 personas por metro cuadrado: algunas familias llegan incluso a turnarse para dormir en las chabolas que uno de cada dos huracanes o destruye o inunda.
En este universo ecológicamente catastrófico que, desde 1940, ha perdido dos tercios de sus tierras cultivables la esperanza de vida ha retrocedido hasta los 52 años, lo que se explica, en parte, por una de las mortalidades infantiles –insalubridad mediante— más altas del mundo: 77 por mil. El Sida, desde luego, pero también todas las enfermedades contagiosas posible e imaginables, incluidas las que hace tiempo desaparecieron ya del resto del continente americano. El estado del agua refleja, a la vez, el estado del medio ambiente y el estado de un país, uno de cuyos escritores se preguntaba recientemente “si, a pesar de las apariencias, existe realmente”.
A todas estas desgracias hay que añadir la contaminación atmosférica generada por la circulación urbana de Puerto Príncipe y por las fábricas instaladas en el país, señaladamente alrededor de la capital. No hay la menor legislación reguladora de los residuos lanzados a la atmósfera por las instalaciones industriales. Y causa de eso, y también con ánimo de sacar provecho de una mano de obra más barata todavía que la asiática y de una legislación defiscalizada, muchas empresas norteamericanas e internacionales han instalado plantas de producción en Haití. Contaminan, salvo, claro está, en las zonas altas de la capital, en las que viven, por encima de la nube fétida, los propietarios de unos 4 X 4 con cristales opacos blindados que, bajo la protección de guardias privados, salen de una mansiones que más que villas parecen muchas veces verdaderos castillos. Castillos bien provistos de cámaras de vigilancia…
Dos proverbios haitianos, uno en francés y otro en creole, resumen la situación de un país del que el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente dejó dicho en 2003: “El mundo no tienen la menor idea del horror de la situación que se vive en Haití.” El primero: “Un negro rico es un creole, un creole pobre es un negro”; el segundo, en creole: “En Haití es el blanco quien decide”. “Blanco”, en Haití, quiere decir “extranjero”. Nada autoriza a pensar que, desde el punto de vista de la naturaleza y del medio ambiente, lo mismo que desde el punto de vista político, la situación pueda cambiar a corto plazo. Pues, como explicaba un diplomático francés durante una de las numerosas crisis: “Para salir del hoyo hay que empezar al menos a dejar de cavar”. El terremoto no es sino una desgracia más para este pueblo apasionante que se debate entre la desaparición y la muerte.
Claude-Marie Vadrot es un periodista que ha trabajado muchos años para Canard Enchainé y Matin. Ha publicado una trentena de libros sobra la URSS y sobre Rusia. Ha sido profesor de geografía y ecología en la Universidad de París 8-Vincennes.

viernes, 8 de enero de 2010

Paraguay: Posible Juicio político a Lugo

DECLARACIONES DEL SENADOR GALAVERNA

El día miércoles 6 de enero 2010 Gabriel Levinas (GL) y Pedro Brieger (PB) entrevistaron al senador paraguayo Juan Carlos Galaverna (JCG)
en el programa “No hacemos falta”, de radio Cooperativa (Buenos Aires).

Audio original: files.me.com/glevinas/63hkym.mp3 (comienza en el minuto 24 del audio)


PB: Estamos en comunicación con uno de los senadores, uno de los políticos paraguayos más importantes. La trayectoria del senador Juan Carlos Galaverna es larguísima dentro del Partido Colorado, fue presidente de la Cámara de Senadores durante un tiempo del Congreso Nacional, por eso es una de las personas que mejor nos puede contar lo que está pasando en el Paraguay. Lo saludamos aquí desde radio Cooperativa, Gabriel Levinas y Pedro Brieger ¿Cómo está usted senador?

JCG: Buenas tardes para ustedes un saludo fraterno para la audiencia y en particular para mis compatriotas residentes en la capital Argentina.

PB: Que le aseguro son muchos que están escuchando y están muy interesados en que usted les esclarezca que está pasando en el Paraguay y estos rumores de golpe de Estado o que usted decía que este fin de semana han logrado evitar un golpe de Estado. ¿Nos puede explicar un poco sin entrar en detalles técnicos constitucionales y son un poco complejos para comprender nosotros ¿Qué está pasando en el Paraguay?

JCG: Que suerte que tú me plantees así las cosas porque acá lo que estamos tratando de controlar y gracias a Dios creo hemos logrado en gran parte, esto sobrepasa lo puramente técnico, porque el poder judicial en su instancia máxima de Corte Suprema son las constituciones, con una integración particular de los titulares. La Corte emitió un par de fallos el día 30 de diciembre en pleno receso parlamentario de fin de año. Disponiendo que dos ex ministros de la Corte que habían sido cesados de sus cargos por la vía del juicio político en el año 2003, fuesen reincorporados como ministros de la Corte Suprema de Justicia del Paraguay. Respondiendo a lo que yo francamente considero desde mi punto de vista, desde el primer momento que saltó esto a consideración a la opinión pública esta cuestión. Considero esto un plan del Presidente Fernando Lugo y su equipo político apuntando por un lado a incorporar a la Corte a los elementos suyos. Los señores Ríos Ávalos y Fernández Gavella de ellos se trata. Apuntando a distorsionar completamente el orden constitucional del Estado paraguayo de la República del Paraguay dejando al Poder Legislativo al Congreso Nacional constituido aquí como en el país de ustedes, por dos cámaras la de diputados y la de senadores, como un poder minusválido cuya decisión en el caso nada menos que de juicio político consagrado en el artículo 225 de la Constitución Nacional, decía queda expuesta a una minucia terrible, que significa que las decisiones del Congreso de la Nación, en lo relativo a juicio político, sean revisables por un tribunal ordinario.

PB: Senador Galaverna, yo le decía más allá de las cuestiones técnica que a nosotros nos cuesta mucho evaluar, porque además hay todo un debate en Paraguay y s ni siquiera ustedes se ponen de acuerdo, al respecto usted dijo en el diario La Nación de hoy que se frustró un intento de golpe de Estado por parte del presidente Fernando Lugo. Lo que usted está señalando es que ¿El presidente intentó hacer un golpe de Estado?

JCG: A través de este fallo, de este tribunal, yo lamento tener que entrar en detalles técnicos, es mi intención que ustedes comprendan, porque es cierto lo que usted dice. En el aspecto jurídico, puramente técnico jurídico. Hasta acá hay opiniones y criterios divididos pero concretamente el Presidente Lugo, a través de tres camaristas fingiendo de ministros de corte integrando una sala constitucional intentó un golpe de Estado dentro del plan que venimos denunciando con rotundas evidencias de meses a esta parte, dentro del plan de Lugo de alzarse con la suma del poder político administrador de la República. Lugo responde a los designios de Hugo Chávez, quiero ser claro en ese sentido.

PB: ¿Usted dice que detrás de Lugo está Hugo Chávez?

JCG: Que responde a los designios de Hugo Chávez, e intenta reproducir su forma de gobierno con poder absoluto en la República del Paraguay.

PB: ¿Por qué intentaría el presidente hacer un golpe de Estado si él ya es el presidente?

JCG: Es la característica de esta isla rodeada de tierra, un decir del finado Augusto Rodas Bastos. Y le voy a contestar con la intención de la mayor claridad posible, en el Congreso paraguayo, en la política paraguaya venimos hablando la gente que suscribimos a el culto a la democracia de un juicio político a Fernando Lugo. En que consiste o en que consistía el golpe si soy optimista y doy por superada la situación, en subalternizar las facultades del Congreso paraguayo en cuanto al juicio político. Para si así mañana lo cesamos a Lugo, mediante este proceso constitucional, él puede recurrir a la justicia ordinaria convertir el juicio político en un juicio ordinario y conseguir un fallo judicial que anule lo actuado políticamente por el congreso y lo mantenga en el cargo de presidente de la república.

PB: Entonces si nosotros entendemos bien, lo que usted está diciendo es que el presidente Fernando Lugo, está evitando el juicio político, ese que él mismo dice que es un golpe de Estado en contra de él.

JCG: Claro, el único que podía haber recogido fichas ganadoras en esta jugarreta jurídico política es Fernando Lugo, perjudicado iba a quedar el poder legislativo del Congreso al ver cercenada sus facultades constitucionales y perjudicado iba a quedar muy gravemente el poder judicial instrumentado por el plan de Fernando Lugo y su equipo.

[…]

PB: ¿Será por eso senador que se está hablando de “hondurazo” después de la reunión que hubo con Arturo Valenzuela el representante de Estados Unidos, para América Latina que el senador Alberto Grillón dijo que se está hablando de “hondurazo” para Paraguay

JCG: La visita del señor Valenzuela en Asunción fue una visita que tuvo más características de mimo para Lugo que de contra Lugo, en el país de ustedes con algún exabrupto acá ni siquiera con eso. Acá pasó desapercibida esa visita. Usted me pone en el plano, de que dijo Grillón. Grillón no es político, Grillón no es legislador, Grillón es un caso raro que ni yo me animo a explicar porque ahí nos iríamos al mundo de Kafka prácticamente, está integrando el senado por una decisión de la mayoría pro Lugo desde mediados de 2008, sin haber sido electo senador de la república y como senador es conocido en la política paraguaya y usted lo puede verificar, con gente del sector político que quiera, es conocido como un desafectado del presidente de la república. Le estoy hablando de alguien con quien tengo muy buena relación personal. Pero ese no es el plano de la discusión se me desbarata completamente, en cuanto a su entidad política me resulta imposible.

PB: Más allá de Grillón ¿Quién fue el que utilizó la expresión “hondurazo”? ¿Fue Arturo Valenzuela?

JCG: No, no es cierto y le digo más nosotros estamos tratando de evitar, caer en el rompimiento del orden legal, porque la otra característica que tuvo el fallo de la sala constitucional fue el de provocarnos para actuar fuera de las reglas, felizmente la reacción ha sido madura, más allá de la opinión de algún colega congresista, diputado y senador también de responder fuera de las reglas constitucionales a la provocación de Lugo a través de ese fallo supuestamente jurídico. Nos hemos sometido absolutamente a las reglas constitucionales y hemos reaccionado, de esa manera, imagínese. Nos hemos reunido una comisión permanente del congreso el 31 de diciembre en horas de la tarde y un pleno del Congreso con diputados y senadores sesionando al mediodía del sábado 2 de enero. Hemos respetado puntillosamente. Le aseguro. Yo la opinión sobre Lugo, no puedo ser imparcial pero en esto sí me remito estrictamente al plano de lo actuado, para repetirle, nada ni siquiera remotamente parecido a una reacción golpista de parte nuestra por el contrario hemos logrado preservar la institucionalidad republicana en cuya preservación el pleno de la Corte Suprema de Justicia de ayer constituye un paso fundamental.

PB: Le agradecemos muchísimo esta comunicación con Radio Cooperativa, como ve estamos muy interesados en lo que sucede en el Paraguay, lo seguimos con mucha atención y preocupación, por supuesto y en otra oportunidad lo volveremos a llamar para que nos siga contando que es lo que está pasando en el Paraguay.

JCG: Estoy a disposición de ustedes. Les agradezco y les deseo un feliz año a todos ustedes y permítanme que exprese, desee y lo extienda particularmente a los miles de compatriotas paraguayos que viven, trabajan y sueñan en esa región de nuestro continente.

[…]

PB: Es muy difícil analizar la situación que vive un país cuando se entra en estos vericuetos constitucionales que uno no maneja. Los de Lugo dicen que le están impulsando un juicio político para destituirlo y la oposición dice que lo que quiere hacer Lugo es cerrar el Congreso para llevar adelante un modelo chavista similar a lo que denunciaban los golpistas en Honduras al presidente Manuel Zelaya, al cual terminaron destituyendo. Me parece que la lección respecto de Honduras -y nosotros en nuestro programa hemos hablado mucho de Honduras-; creo que los paraguayos entendieron que no les conviene sacar al presidente entre gallos y media noche con los militares porque entonces todos sí van a considerar que hubo un golpe de Estado. En segundo lugar que se pueden utilizar todo tipo de artilugios constitucionales para darle un viso de legalidad al desplazamiento del presidente. En este caso Lugo, como ocurrió con Zelaya, acá se trataría de un juicio político porque después se entra en la maraña de cuestiones técnicas que la mayoría no entiende. Y en tercer lugar, me parece importante preparar a la opinión pública para la destitución del presidente acusándolo justamente como en Honduras de estar violando la constitución. En este sentido me parece que podemos aprender de lo que pasó en Honduras porque tanta gente se pregunta que lecciones se aprenden de lo que sucedió en Honduras, qué lecciones aprenden los gobiernos, qué lecciones aprende Estados Unidos y si se va a repetir el modelo de Honduras. Me parece que tal vez uno de los elementos mas importantes para tomar en cuenta es que probablemente no busquen la destitución del presidente utilizando a los militares sino que traten de torcerle la muñeca por la vía constitucional con esta gran maraña técnica.